Según la leyenda, cuando Roldán regresaba de ayudar a Santiago Apóstol en las campañas contra los moros pasó por el lugar y quiso dejar una muestra a su paso, y con su espada le hizo tres cortes a la pena y le dejó una cruz en la parte superior.
Según la leyenda, cuando Roldán regresaba de ayudar a Santiago Apóstol en las campañas contra los moros pasó por el lugar y quiso dejar una muestra a su paso, y con su espada le hizo tres cortes a la pena y le dejó una cruz en la parte superior.