La Illa das Esculturas de Pontevedra es un espacio verde en el que se mezclan cultura y naturaleza para dar forma a un paseo que enamora a visitantes y vecinos de la ciudad. Hasta el lugar se llega paseando por las orillas del río Lérez. Se tarta de un espacio natural protegido que está declarado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) e incluido dentro de la Red Europea Natura 2000, en el que el arte muestra la relación del hombre con su entorno.
Hasta la Illa do Covo o Illa das Esculturas se puede llegar a través de diversos puentes y pasarelas. La Isla tiene una extensión de 70.000 metros cuadrados y se encuentra en un lugar de gran valor natural y paisajístico en la zona del río Lérez. La Illa das Esculturas recibe este nombre porque acoge doce obras de escultura con un elemento común: el granito. Estas obras de varios artistas internacionales fueron instaladas en el lugar en el año 1999.
El arte como elemento definitorio
En el año 1999 pasó a recoger doce esculturas de artistas internacionales que fueron invitados a desenvolver un proyecto específico para la Isla. Cada uno diseñó una obra en claro diálogo con el paisaje, con la historia de la piedra y la escultura, con la tradición del lugar y, sobre todo, con la esencia de los seres humanos y su relación con el medio natural; siendo el material presente en todas las esculturas la piedra.
El listado de las doce esculturas que conforman este espacio verde de la ciudad lerezana es el siguiente:
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Cielo acortado, por Giovanni Anselmo (Italia).
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Los 36 justos, por Fernando Casás (Gondomar, España).
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Pyramid, por Dan Graham (Estados Unidos).
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Petrarca , por Ian Hamilton Finlay (Escocia).
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Saavedra. Zona de ocio, por Francisco Leiro (Cambados, España).
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Línea de Pontevedra, por Richard Long (Inglaterra).
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Laberinto de Pontevedra, por Robert Morris (Estados Unidos).
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Una Folie o Pequeño Paraíso para Pontevedra, por Anne & Patrick Poirier (Francia).
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Xaminorio xunquemenes obay, por Enrique Velasco (Pontevedra, España).
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Y tres obras sin título elaboradas por José Pedro Croft (Portugal), Ulrich Rückriem (Alemania) y Jenny Holzer (Estados Unidos).
Los propios bancos de descanso de la zona también tienen mensaje, pues en ellos se pueden leer versos y letras interesantes como forma de unir literatura y escultura en un mismo espacio.
Una ruta verde
Muchos son los pontevedreses que usan el entorno de la Illa das Esculturas para hacer deporte, pasear solos, en compañía o con animales o incluso para realizar un tranquilo picnic a orillas del río. El espacio, además de contar con una vegetación verde y frondosa, también cuenta una fauna propia: patos, cisnes, garzas, lavancos y otras aves como el Martín pescador que se hacen ver habitualmente por las orillas del río.
Un paseo por la Illa do Covo es, por lo tanto, una forma de relax y de unión con la naturaleza a escasa distancia del centro de la capital de provincia. Podemos empezar nuestro paseo atravesando la tradicional Ponte do Burgo y siguiendo el curso del río por la calle Rafael Areses, lo que nos permite pasar cerca del Recinto Ferial y del Palacio de Cultura.
Después de unos metros desde el Palacio de Cultura nos encontraremos la entrada a la Isla; así, iremos descubriendo a lo largo del recorrido por ésta, las distintas propuestas que nos hacen los artistas de las obras presentes en esta Isla, cada una de ellas haciendo referencia a la permanencia y mutualidad, sobre el camino como ruta y diálogo de culturas o sobre la diferencia y la libertad.
Un festival de música
Este enclave incomparable a poca distancia del bullicio de la ciudad y pegado al campus universitario, también es espacio desde el año 2010 de un festival de música totalmente gratuito y que concentra a un buen número de artistas nacionales al comienzo del verano.
El Surfing de Lérez es un festival organizado desde el año 2010 en esta zona a la que se puede acceder fácilmente a pie desde el centro de la ciudad, pero lo suficientemente aparatada de la zona residencial como para que la música y el bullicio no entorpezca el descanso de los vecinos. Se trata de dos días de música en los que el autor gallego tiene especial relevancia y que también tiene su componente solidario al recogerse todos los años comida para el banco de alimentos como forma de pago o entrada voluntaria.