Aldeas abandonadasA Fornaza, enclavada en el municipio de A Fonsagrada, Lugo, resguarda los vestigios de un legado minero ancestral, remontándose a la época romana. Su nombre deriva de "forno", que alude a las antiguas fundiciones minerales presentes en la región.
Un pasado histórico
Situada en la empinada ladera del valle del río Navia, al pie de la sierra de Liñares, brinda un paisaje impresionante de montañas, bosques y arroyos. La aldea, compuesta por casas de piedra y pizarra, algunas abandonadas, conserva la esencia de la arquitectura rural gallega. Antiguos hórreos, capillas y molinos abundan, reflejando la vida y cultura de sus habitantes.
Destacando en el panorama está su capilla dedicada a la Virgen del Carmen. De construcción modesta, de una sola nave, coronada con un campanario y pórtico, reposa sobre una prominencia rocosa que domina el valle. Aunque se especula que podría haber sido un antiguo castro, no existen pruebas que lo confirmen.
Los alrededores de la capilla albergan vestigios de la antigua actividad minera de A Fornaza. Yacimientos de arsénico, oro, plata, plomo, zinc, cobre y antimonio, junto a hornos que aprovechaban las aguas de los arroyos, testimonian la intensa labor minera. Se cree que la aldea era parte de una vía romana que conectaba Lucus Augusti (Lugo) y Lucus Asturum (Astorga), mostrando el interés romano por los recursos locales.
