En el municipio de Pedrafita do Cebreiro se alza el emblemático Alto de San Roque, un hito en el Camino de Santiago. A 1270 metros sobre el nivel del mar, este lugar ofrece una experiencia única para los peregrinos y amantes de la espiritualidad.
Homenaje a los peregrinos
En este punto se encuentra el Monumento al Peregrino, una estatua de bronce que captura la esencia del Camino: un caminante envuelto en su capa y apoyado en su bastón, desafiando el viento y el frío. Esta obra es creación del escultor gallego José María Acuña y se erigió en 1993. Es un tributo a todos los peregrinos que a lo largo de la historia han recorrido el Camino de Santiago, enfrentando desafíos y buscando la iluminación espiritual.
Para llegar al monumento, los peregrinos atraviesan O Cebreiro y el Alto de Poio, dos lugares con un profundo valor cultural e histórico. Aquí, pueden admirar las características pallozas, construcciones de piedra y paja que antaño servían como viviendas y refugios para los habitantes locales. El paisaje que rodea el monumento es simplemente espectacular, con verdes montañas y profundos valles que cambian de apariencia con cada estación. En algunos inviernos, el área se cubre de nieve, creando una vista de gran belleza y desafío.
El Alto de San Roque invita a la reflexión y al descanso, permitiendo a los peregrinos tomar un respiro en su viaje y disfrutar de las vistas panorámicas. Además, este lugar es una fuente constante de inspiración para los fotógrafos, ya que la imagen del Monumento al Peregrino se ha convertido en un icónico símbolo del Camino de Santiago y de Galicia en general.