El área arqueológica de Tourón, en el ayuntamiento de Ponte Caldelas, tiene una extensión de unos 150.000 metros cuadrados en donde se encuentra uno de los conjuntos de arte rupestre al aire libre más importantes de Galicia. Allí podremos contemplar una amplia variedad de petroglifos que datan de la Edad de Bronce, concretamente del III-II milenio a.C.
Una ruta por la historia
La ruta de los petroglifos de Tourón se completa en cinco estaciones diferentes en las que pararse a analizar e interpretar los grabados sobre la roca y la belleza paisajística del lugar en el que están situados. El área es visitable a cualquier hora del día de forma gratuita.
Los petroglifos que se encuentran en el interior del Área son de diferentes motivos. Van desde los paneles más sencillos con cazoletas, combinaciones circulares o ciervos, hasta otros muchos más complejos o con las típicas escenas de caza. Podemos destacar composiciones sencillas como las de Outeiro da Forcadela y otras de mayor elaboración y complejidad como las presentes en el panel de Naval de Martiño o de Laxe das Cruces. Otras paradas son el Coto das Sombriñas, o el Coto da Siribela para completar las cinco estaciones del paseo bien habilitado con unas pasarelas de madera que facilitan la visita y preservan el terreno.
La zona ha sufrido en los últimos años de incendios que han modificado el paisaje y han obligado a recuperar el entorno. En estos trabajos de recuperación se han descubierto también otros grabados que se encuentran fuera de las 15 hectáreas de la propia área arqueológica.
¿Cómo llegar?
El Área Arqueolóxica de Tourón se encuentra, como el propio nombre indica, en la parroquia de Tourón. Los grabados se sitúan en una zona de altura de entre 300 y 400 metros en un lugar conocido como Detrás do Outeiro.
La mejor forma de llegar es siguiendo la carretera desde el centro de la villa de Ponte Caldelas en dirección hacia Pontevedra. Aproximadamente a unos 3.000 metros del núcleo urbano encontraremos ya las indicaciones para llegar hasta el área arqueológica.
La zona está debidamente señalizada y marcada con paneles informativos que nos ayudan a interpretar lo que allí vamos a ver. Hay también una pequeña caseta informativa con una exposición en el interior que nos ayudará a darle contexto a todo lo que podemos ver después al aire libre. Junto a la caseta dispones también de una zona habilitada como aparcamiento.