La ría de Ferrol presenta una estructura muy característica por la estrechez de su bocana de entrada. Esto hace del lugar un enclave estratégico para el levantamiento de una estructura defensiva y la Batería de San Cristovo forma parte de esta estructura o fortificación integral que data del siglo XVIII y que dotaba a la ciudad departamental de una defensa extra ante las incursiones marítimas. La batería se encuentra en la ciudad de Ferrol, muy próxima al Castillo de San Felipe.
Una estructura en ruinas
La batería de San Cristovo está hoy en estado ruinoso. Fue construida en el año 1739 como un complemento más a las muchas estructuras defensivas que poblaban ambos lados de la costa de la ría de Ferrol. El objetivo de esta fortificación era el de vigilancia y armamento y contaba con hasta diez cañoneras con potencia de fuego suficiente como para llegar al otro lado de la costa.
En las ruinas comidas por la verde vegetación que se conservan hoy en día, todavía se pueden distinguir las cañoneras y las divisiones de lo que entonces era la batería en donde había estancias de alojamiento para los artilleros que se encargaban de la defensa de la ría y también diferentes estancias en concepto de almacén o de preparación de armamentos. También están aun conservados parte de los muros defensivos de la estructura original y lo que era el polvorín.
Una completa estructura defensiva
La Batería de San Cristovo no era más que una pieza del gran engranaje defensivo de fuegos cruzados que estaba montado en la ría de Ferrol. Esta construcción defensiva se complementaba con una completa red de la que formaban parte otras baterías como las de San Carlos, Cariño, Viñas, Doniños, Santa Martiña, Ares, Redes o Prioriño Chico junto a los castillos de San Felipe, Nuestra Señora de La Palma y San Martín.
La de San Cristovo era no una batería de gran tamaño y por lo tanto era una de las estructuras de apoyo en este gran entramado defensivo, pero sí contaba con una buena visibilidad para las tareas de vigilancia y para un puesto de artillería. Aprovechando la propia visibilidad del terreno hoy en día en el lugar está habilitado un mirador desde el que se puede disfrutar de toda una panorámica de la Ensenada de Cariño y de otras fortalezas cercanas como la de San Carlos.