Los conocidos como Cañones del Sil conforman el límite natural de los municipios de Parada de Sil y Nogueira de Ramuín, ambos en la provincia de Ourense, con el municipio de Sober y Pantón en la provincia de Lugo. En el corazón de la Ribeira Sacra descansa este paraje inigualable por su belleza, fertilidad y vistas.
35 kilómetros de belleza natural
El río Sil, el más relevante de los afluentes del Miño, atraviesa un espectacular cañón que se extiende a lo largo de 35 kilómetros, con alturas que alcanzan los 500 metros de desnivel y un 50 % de pendiente media, antes de confluir con el ya mencionado Miño en Os Peares.
A modo de curiosidad, cabe mencionar que este paisaje se encuentra salpicado por numerosos monasterios. Algunos ejemplos son: San Estevo de Ribas de Sil, San Pedro de Bembibre, San Paio de Diomondi, San Paio de Abeleda, Montederramo, Santa Crsitina de Ribas De Sil...
En Los Cañones del Sil pueden observarse desde cualquier lugar unas enormes y agrestes masas rocosas, difícilmente suavizadas por la erosión y el cauce del río Sil. También podremos ver los imposibles viñedos plantados por los romanos en el Siglo I y, posteriormente, mimados por los monjes de los diferentes monasterios que dan nombre a esta zona de la geografía ourensana y lucense.
Esta es también una zona llena de vida con una fauna y flora muy particular. A las vides tan trabajadas y dan lugar hasta a una Denominación de Origen propia, se unen los castaños y los robles que crecen en las zonas más verdes y frescas. También en suelos menos rocosos se pueden ver madroños o alcornoques. Este es un lugar por lo tanto en el que se entremezclan especies propias del clima atlántico con otras más mediterráneas. Desde el punto de vista de los ornitólogos, la garganta que conforman las rocosas montañas graníticas del río Sil son un espacio perfecto para la observación de aves rapaces.
Por tierra y por agua
Los cañones del Sil son uno de los principales reclamos turísticos de la geografía gallega y no son pocas las personas que se acercan hasta la Ribeira Sacra para contemplar un paisaje que no conoce igual. Puede disfrutarse de su belleza a través de la práctica del senderismo o con la utilización de los catamaranes que discurren por estas aguas.
Tanto en coche como a pie, no puedes pasar por la zona sin pararte en los miradores de los cañones del Sil. Hay muchos a lo largo de los 35 kilómetros antes mencionados, pero sin duda los más conocidos son el Mirador del Duque, el Mirador Pena do Castelo, el Mirador de Souto Chao, el Mirador de Os Chelos o el Mirador de Santiorxo. Desde hace algunos años ha cobrado gran protagonismo también el mirador de Terra Brava, pues el fenómeno de las redes sociales ha dado protagonismo al columpio con el que cuenta y desde el que no pocos se fotografían con una bella estampa del cañón al fondo.
La otra manera de disfrutar de los cañones del Sil es desde abajo, desde sus aguas. Un paseo en catamarán por sus tranquilas aguas es todo un lujo que permite vivir de otra forma la experiencia de estas pendientes y este precioso paisaje. Los numerosos embalses que se han hecho en el río con el fin de aprovechar la fuerza del agua para la producción de energía hidráulico contribuyen a que las aguas del Sil sean perfectamente navegables por su tranquilidad.