Fisterra, o Finisterre, está situado en la conocida "Costa da Morte", nombre que da fe de las tristes realidades de múltiples naufragios de barcos en el Atlántico coruñés. El faro más importante de la Costa da Morte es el Faro de Fisterra, cuya luz guía a los barcos en su navegación por estas aguas peligrosas, debido a los frecuentes temporales y arrecifes situados bajo el mar.
Desde aquí se descubren deslumbrantes panorámicas de la de la ría de Corcubión y la costa de Carnota, junto con la riqueza de la inmensidad del océano. Todos los navegantes del mundo conocen la existencia de este Faro pues es un aviso importante de la cercanía de una zona peligrosa.
¿Cómo es el faro?
La construcción actual del faro de Fisterra data de 1868, aunque el primer faro fue construido en 1853, a 138 metros sobre el nivel del mar. El Faro de Fisterra es el Faro situado más al oeste en el continente europeo y es el faro más visitado de Europa.
El cabo de Fisterra contiene el Faro, de torre octogonal, la casa de farero y la plaza de homenajes o Plaza de la República de Argentina.
El edificio cuenta con la distinción de faro de primer orden y el arquitecto Félix Uhagón es el responsable de su diseño. La torre está hecha en cantería de base octogonal y sobre su cornisa se apoya una balconada. Justo encima está la linterna poligonal.
La luz del Faro de Fisterra llega a alcanzar 57 km de longitud (unas 31 millas marinas) y actualmente es lámparas incandescentes, abandonado el modelo de lámpara de aceite de sus orígenes.
A finales del siglo XIX se adosó al faro un nuevo edificio conocido como la vaca de Fisterra. Este edificio, también conocido como la Sirena, estaba pensado para emitir sonidos cada minuto y así avisar a las embarcaciones que se acercaban en días de niebla en los que la luz del faro no podía ser visible.
Hay un tercer faro que cierra el conjunto arquitectónico farero de Finisterre. Se trata del el Semáforo. Es la luz de mayor altitud y estaba pensado para emitir señalas para la marina de guerra. Se inauguró en 1879 y fue rehabilitado años después por César Portela para ser una hospedería de turismo rural.
La Fisterrana
Después de la Catedral de Santiago de Compostela, el Faro de Fisterra es el edificio más visitado en Galicia. Su vinculación con la Catedral de Santiago de Compostela no es casual, pues no pocos Peregrinos deciden poner fin a sus peregrinaciones en el faro de Fisterra en una etapa del Camino que se conoce como la Fisterrana y que es el segundo final después de llegar al templo católico.
La tradición era, una vez llegado a este punto, quemar los zapatos con el que se ha hecho todo el recorrido como forma de poner punto y final a esta etapa de recorrido. Hoy este acto simbólico ya no se realiza por prevención contra posibles incendios. Hay una escultura de unas botas de hierro que recuerda esta tradición justo en las rocas próximas al faro.