Aunque hoy en la parroquia principal de Sanxenxo la mayoría de los oficios se llevan a cabo en el templo nuevo, hay una iglesia más antigua cerca del puerto que se conoce como la Capilla de San Xinés de Padriñán, iglesia vieja o templo pequeño.
Cambio de ubicación
Encontramos ya referencias escritas a la existencia de un templo religioso en Sanxenxo desde el propio siglo X, si bien el actual templo no data de esta época, sino que es una construcción de finales del XV.
Como dato curioso, cabe señalar que la actual ubicación de esta capilla no es la original. La iglesia esta antiguamente en Aldariz y fue trasladada piedra a piedra hasta el punto en el que ahora se encuentra en el año 1670. Entre medias, el templo tuvo que ser objeto de una importante reconstrucción que le dio un aspecto renacentista o gótico isabelino.
El templo ha sido también objetivo de invasores extranjeros a lo largo de su historia. A finales del XVI los ataques del corsario ingles Francis Drake acabaron con el templo en llamas. Ya en el XVII fue víctima del ataque de otros navíos procedentes del norte africano y en el XVIII, los ingleses robaron la campana del templo en el contexto de la guerra de sucesión española.
Evolución en la historia
Entre reformas, reconstrucciones y arreglos de ataques invasores el actual aspecto de la Capilla de San Xinés de Padriñán es el resultado de la adaptación y la evolución de la construcción de la iglesia a su contexto histórico. Externamente vemos una líneas sobrias y discretas que podemos englobar en un estilo marinero que era típico de los siglos XIV al XVI en Galicia.
De esta fachada principal lo más destacado lo encontramos en la hornacina que hay sobre el pórtico de la iglesia. Ahí vemos la imagen en piedra de la Virgen del Carmen, patrona de todos los marineros que se coloca en una aureola con forma de concha de vieira. A la izquierda de la fachada está la torre campanario.
Internamente la iglesia deja ver su nave única de planta rectangular, así como el ábside rectangular de menor anchura. La nave está dividida en cuatro tramos y está cubierta con techo de madera sostenido por dos arcos. El ábside des de bóveda de crucería estrellada.
Hay cinco retablos en la iglesia, todos ellos de estilo barroco. El retablo mayor es el más llamativo por su belleza y tamaño, diseñado en el siglo XVIII y con la imagen del patrón San Ginés de Arlés presente, así como la de otros santos como San Roque o San Juan Bautista, además del Cristo crucificado en su parte alta. Junto al retablo mayor vemos otro dedicado a la Virgen del Rosario, otro a la Virgen del Carmen y los dos que forman parte de las capillas laterales, la Capilla de San José (siglo XVII) y la Capilla de la Purificación o de San Benito.