La Colegiata de Santa María do Sar o Santa María la Real del Sar es una iglesia románica localizada en la Rúa do Sar, en Santiago de Compostela. Está declarada como Monumento Nacional desde finales del siglo XIX.
Siglo XII
La Colegiata de Santa María do Sar fue levantada en el siglo XII en la ribera del río Sar y puede presumir de ser el templo de la capital gallega mejor conservado con respecto a su imagen inicial de estilo románico junto a la propia catedral.
La finalidad principal con la que se levantó este templo fue el de funcionar en sus inicios como una casa de descanso para canónigos de la orden de San Agustín. Con el paso de los años el edificio fue convirtiéndose en uno de los referentes compostelanos y ganando en popularidad y en peso, llegando a ser la primera comunidad agustina de toda Galicia.
Diego Gelmírez fue el en cargado del diseño de la Colegiata tras el fallecimiento de el obispo Munio Alfonso, auténtico ideólogo de este proyecto y el encargado de adquirir la finca en la que fue levantado el monasterio.
En el siglo XIV y el XV el Monasterio ganó en poder al unirse a su comunidad una serie de cenobios de poblaciones rurales cercanas como el de Santo Tomé de Nemeño, San Juan de la Cueva o San Esteban de Anós.
El declive del cenobio comienza a partir del XVI, coincidiendo con la transformación del priorato en Colegiata y la pérdida de la influencia de la comunidad agustina en el centro. La influencia del San Martín Pinario permitió cierta recuperación, pero la colegiata fue degradada a parroquia en el siglo XIX.
¿Cómo es el templo?
Es importante en este templo el claustro, al cual se puede acceder a través de la sacristía y que conserva su estilo románico, siendo el único de la capital gallega de este estilo arquitectónico. De esta época solo es una de sus alas, pues el resto del claustro son reformas posteriores de los siglos XVII y XVIII. El claustro de la Colegiata de Santa María do Sar es también un lugar de exposición donde poder ver piezas litúrgicas y arqueológicas de relevancia.
Por fuera el templo se ve protegido con un conjunto poderos de arbotantes que fueron añadidos entre los siglos XVII y XVII para proteger los muros y evitar que el edificio colapsara. La iglesia es de planta basilical y cuenta con tres naves, con la central más ancha que las dos laterales.
Si nos centramos en lo más característico de su interior, lo primero que nos llamará la atención son las columnas y la forma que estas se vencen hacia las naves laterales generando una sensación de desorden o de inestabilidad. La bóveda de cañón construida es una reconstrucción del siglo XVI que puede estar relacionada con la inestabilidad de esa curiosa posición de las columnas.
También es de importancia en lo referente a su interior la valiosa pila bautismal del siglo XII que se encuentra junto a la puerta principal.
El Museo
En un edifico anexo a la Colegiata del Sar se encuentra el museo que lleva el mismo nombre. Está dividido en tres salas en las que se puede ver diferentes elementos relacionados con el templo como un fondo documental, elementos arquitectónicos del viejo claustro o esculturas antiguas como un San Roque Barroco de Montpellier. Las piezas de orfebrería y ornamentos litúrgicos del entre los siglos XVII y XIX forman parte de los fondos de la tercera sala de exposición. La visita termina con la visita al propio claustro anteriormente descrito.