En el ayuntamiento de Ares encontramos la conocida como Cova dos Mouros de Cervás, una pequeña gruta natural que se encuentra difícil de encontrar y que nos permite, si la recorremos entera, llegar hasta los acantilados que ofrecen las vistas al mar.
¿Cómo es la cueva?
La Cova dos Mouros tiene su entrada bastante escondida y el acceso es complejo debido a la vegetación que la esconde. Una vez la localizamos tenemos un corredor de aproximadamente 100 metros hasta llega a su final, ya en el propio acantilado. Se trata de un pasillo angosto que empieza en su entrada de poco menos de dos metros pero que se va estrechando según se avanza para tener que ir agachados en alguno de sus tramos. Se trata de un acceso no solo complicado, sino también peligroso al estar en una zona inestable, sin apuntalar y próxima al acantilado.
Nada se sabe realmente del origen de esta cueva. Algunas teorías apuntan a explotaciones mineras de origen romano, pero nada se ha comprobado de ello todavía. No en vano, hay un castro costero a unos pocos metros de la cueva.
Un lugar para la leyenda
Lugares como la Cova dos Mouros en Ares no están exentos de leyenda y mitología, la propia figura del mouro en Galicia ya forma parte del imaginario de las leyendas gallegas.
En el caso de la cueva de Ares la leyenda cuenta que la cueva era mucho más larga y llegaba hasta el municipio de Mugardos, pero un derrumbe la partió en dos. Este mito viene por la existencia de otra cueva similar en la parroquia mugardesa de Mehá.