Ubicado en la punta de Oza, en la ciudad de A Coruña, el Faro de Oza es testimonio de la historia marítima y defensiva de la región. Hoy en día en desuso, está disponible para ser alquilado para eventos.
Casi medio siglo de uso
La historia del faro comienza con la construcción de la Batería de Oza, una fortificación costera construida en 1639 tras un ataque en la zona. Diseñada con una planta estrellada y sistemas defensivos avanzados para la época, esta estructura servía como complemento estratégico de la cercana Batería de San Diego. Aunque la mayor parte de la muralla permanece enterrada, todavía es posible contemplar parte de sus vestigios cerca de la Facultad de Fisioterapia.
A principios del siglo XX, la necesidad de mejorar la seguridad en la entrada al puerto de A Coruña impulsó la construcción del Faro de Oza. Hasta entonces, la Torre de Hércules y el faro de Cabo Prioriño eran las únicas referencias lumínicas, pero su alcance no garantizaba una navegación precisa. Así, en 1904, la Comisión de Faros decidió levantar un nuevo punto de guía en Oza, diseñado por el ingeniero Salvador López Miño. La obra fue completada en 1915 y su coste ascendió a casi 30.000 pesetas, una cifra considerable en la época.
El faro comenzó a operar el 20 de agosto de 1917 y sirvió como sistema de orientación para los barcos que navegaban por la ría del Burgo. Sin embargo, con la construcción del dique de abrigo en 1955, su función principal se limitó a ser una luz de referencia, hasta su cierre definitivo en 1963.
El faro de Oza pertenece en la actualidad a la red de espacios TEU, por lo que puede ser alquilado para celebración de eventos privados, sociales, culturales o de empresa. El alquiler permite el uso de los aseos, dos salas y un vestíbulo y el faro tiene un aforo de hasta 50 personas.