La ciudad de Ferrol es una urbe abierta al mar y de constante relación con este. Lo que en sus primeros años de existencia era un pueblo de tradición pesquera, con el paso de los siglos fue ganando en paso en otras facetas también relacionadas con el mar. Ferrol es un enclave estratégico desde el punto de vista militar, por lo que la vinculación de la Armada Española es poderosa en esta ciudad. No menos importante han sido con el paso de los años los importantes astilleros de la ciudad, que con ya entrados en el siglo XXI han ido perdiendo potencia, pero que fueron los responsables del gran crecimiento poblacional de la ciudad departamental en el siglo XX.
Una urbe en la que el mar tiene tanta importancia no está exenta de kilómetros de mar y es posible hacer un precioso recorrido por la costa ferrolana para aprender más acerca de la ciudad y su tradición.
Mucho que ver
Partiendo del Puerto de Ferrol llegamos a la ensenada de la Malata, espacio natural que acoge a numerosas aves migratorias durante su reposo. Continuando hacia la pintoresca villa de Graña, se puede disfrutar de una panorámica desde el canal de la ría hasta la amplia ensenada, también encontraremos la villa marinera de San Felipe, protegida por la fortaleza del mismo nombre. Se trata de un magnífico recinto militar, que ya no cuenta con la antigua función defensiva, pero que mantiene todo su esplendor y belleza, en la cual su primera construcción se debe a "Felipe II", aunque la edificación actual data del S. XVIII.
Si se sigue por la carretera que bordea las estrechas aguas de la ría, se divisan los restos del baluarte de San Cristovo y al frente la pintoresca playa de Cariño. De visita obligada es también el Cabo Prioriño, en el que las aguas del mar braman con fuerza sobre sus impresionantes acantilados. La hermosa panorámica se enriquece si nos animamos a alcanzar la cumbre del Monteventoso, desde allí la vista se recrea en la grandiosidad del horizonte, que no ofrece un amplio entorno del llamado "Golfo Ártabro".
Ya en el camino de vuelta, recomendamos acercarse a Doniños, paraje de incomparable belleza por el arenal de la playa y el oleaje. Frente a las Islas Gabeiras permanecen los restos del Castro de Lobadiz.
Diferentes rutas
Tomando como referencia la costa ferrolana, podemos tomar diferentes rutas que nos permitirán descubrir lugares nuevos que quizás también sean desconocidos para los propios residentes en la ciudad y no solo a los turistas.
Una de las rutas más destacadas, sobre todo en verano, es la que nos permite descubrir los diferentes arenales de la ciudad departamental. La ruta de las playas de Ferrol puede arrancarse en cualquiera de sus arenales, pero sin duda el de Doniños puede ser el más visitado por su entorno y su naturaleza como una de las playas más escogidas por los surfistas. En total hay dos docenas de arenales en esta ciudad, buena parte de ellas con bandera azul, y en todas ellas destacan su arena fina y blanca. San Xurxo, Esmelle, Fragata, Villar, Santa Comba, Sartaña o Medote son otras de las playas que merecen una visita.
Si busas una ruta diferente, te sugerimos entonces la que va desde Doniños hasta Cabo Prioriño, por lo que de nuevo esta playa es punto de partida. La ruta arranca desde uno de los extremos de este arenal, la conocida como Punta Penencia y está bien señalizada por flechas de color amarillo que identifican a la conocida como Senda Ártabra. Es un precioso recorrido por caminos y senderos de diferentes tamaños que te permitirá contemplar un paisaje costero dejando los acantilados de la costa ferrolana a un margen. La Punta do Castro, las vistas de la Isla Gabeira, la cala de Lumebó, los acantilados de O Cal do Nobel, la Punta do Golfín y O Cal dos Corvos son paradas obligatorias de esta ruta hasta llegar a tu destino. En total son unos 8 kilómetro a pie entre la playa y el faro de Cabro Prioriño.