FervenzasEl municipio de Melón esconde uno de los ríos más espectaculares de la región gallega. El río Tourón forma unas cascadas en su descenso al encuentro con las aguas del Miño que bien merecen la visita.
El descenso hasta el Miño
Desde su nacimiento en la Serra do Faro de Avión, el río Toruón desciende a través de paisajes verdes y rocosos, atravesando gargantas, formando cascadas y pozas, hasta unirse finalmente con el Miño en Prexigueiro. Este paraje natural es un verdadero tesoro para los amantes de la naturaleza, ofreciendo un recorrido lleno de belleza y tranquilidad.
Uno de los puntos más impactantes del río es la Fervenza de Tourón. En su tramo inicial, el río se encaja en una garganta y supera un impresionante desnivel de 600 metros en solo 4 kilómetros. Este descenso abrupto crea una serie de saltos de agua, conocidas como fervenzas, y pequeñas pozas que invitan a disfrutar del paisaje.
Para llegar a este rincón escondido, se toma una desviación desde el Monasterio de Santa María de Melón, donde el camino se vuelve algo accidentado y es recomendable dejar el vehículo para continuar a pie. El sendero cruza pequeños arroyos y atraviesa un frondoso bosque de robles centenarios, cuyo aire rústico añade un toque de magia a la experiencia.
Otro de los atractivos de la zona son las pasarelas de madera que permiten al visitante acercarse a las pozas y cascadas con seguridad. Sin embargo, es importante ser cautelosos, ya que las rocas pueden volverse peligrosamente resbaladizas, especialmente después de lluvias intensas, lo que ha ocasionado accidentes trágicos en el pasado.
