Para la construcción durante las décadas 40 y 50 del pasado siglo del Embalse de Santo Estevo, en Nogueira de Ramuín se construyó un funicular hoy en ruinas que era empleado para hacer llegar los materiales hasta la obra. Es el funicular de Santo Estevo.
En ruinas
Del viejo funicular de Santo Estevo queda hoy la estructura de piedra que le daba sustento. Una estructura levantada en hormigón armado y compuesta de diferentes arcos que forman parte del decorado del embalse y se pueden ver fácilmente desde la carretera.
Aunque las obras en el embalse acabaron en el año 56, este funicular mantuvo su utilidad hasta los años 80 y su inclinada pendiente era de gran utilidad para ascender la montaña en lo que en su día fue el único funicular de Galicia. La estructura de hormigón con raíles comunicaba el propio embalse con el poblado de A Rasa que se encontraba en lo alto y con la cantera de áridos de la que se hacía llegar muchos de los materiales necesarios para construir el embalse. Precisamente el poblado era donde residían la mayor parte de los trabajadores que se encargaron de esta titánica construcción que dio trabajo a casi 3.000 personas, muchos de ellos presos.