Las propiedades de las aguas termales y aguas medicinales de Mondariz ha hecho posible el nacimiento de un pequeño ayuntamiento que crece en torno a sus recursos termales, el ayuntamiento de Mondariz-Blaneario. De él uno de los edificios singulares y de mayor importancia fue el Gran Hotel de Mondariz, lugar de relevancia que dio hospedaje a algunas de las más importantes personalidades de los últimos años como el magnate Rockefeller o algunos miembros de la realeza. Hoy este edificio ya no funciona como tal, pero todavía conserva la imagen exterior de sus tiempos de gloria.
Un pueblo alrededor de sus aguas
La historia de Mondariz-Balneario, el ayuntamiento más pequeño de España, no se entiende sin el descubrimiento de las Fuentes de Troncoso y de Gándara, momento en el que se detectan las propiedades medicinales de las aguas de Mondariz y arranca toda la idea de hacer del lugar un espacio termal de relevancia nacional e internacional. Enrique Peinador se echa a las espaldas el proyecto de hacer de Mondariz un pueblo destinado al turismo termal y en el año 1908 se restauran y protegen ambas fuentes en sendos proyectos ejecutados por el arquitecto de O Porriño, Antonio Palacios.
Antes de estos proyectos de Palacios ya se había levantado en Mondariz un primer hotel de unas 60 habitaciones y no exento de lujos, con su piscina, sus salones y su zona de recreo. El éxito de esta instalación hotelera de finales del año 1880 despertó el interés de aumentar y mejorar la oferta hotelera en la zona. Se diseña así el ambicioso proyecto del Gran Hotel de Mondariz.
El lujo del Gran Hotel
El Gran Hotel de Mondariz se inaugura en el año 1898 y fue un proyecto del arquitecto Jenaro de la Fuente. Un aura de lujo y exclusividad rodeaba a todo el edificio, algo que llamó la atención a personalidades de alto nivel que decidieron hospedarse allí en algún momento para rodearse de su lujo y de las propiedades de las famosas aguas de Mondariz. El edificio fue considerado como el Escorial Gallego por el detalle y el lujo en sus escalinatas, sus pórticos, sus terrazas o sus balaustradas.
La capacidad del gran hotel multiplicaba considerablemente a las del primer hotel de la zona, con unas 250 habitaciones y salones de amplios o comedores con capacidad para unas 800 en casos de albergar algún tipo de evento. El éxito era tal que el hotel contaba con gaceta propia y un programa de ópera.
El Incendio
Los momentos de máximo esplendor del Gran Hotel de Mondariz coinciden con sus primeros años de vida. El comienzo del fin para el Gran Hotel de Mondariz fue en el año 1973. Esta fatídica fecha fue en la que las llamas devoraron el edificio, dejándolo en ruinas y completamente inservibles.
El incendio supuso el punto y final del Gran Hotel de Mondariz para su uso primitivo y tras ser rehabilitado ahora cumple otras finalidades como espacio para viviendas particulares. Hubo que esperar hasta el año 2005 para que las obras de rehabilitación tomasen forma. Se respetó la fachada y las escaleras originales del edificio y se dividió el edificio por dentro para dar cabida a unas 140 viviendas particulares de lujo. La evocación del antiguo hotel en el edificio sigue vigente tanto en sus jardines como en la distribución de los apartamentos, que se hace de acuerdo a la numeración de las habitaciones de un hotel.