En San Fiz de Cangas, parroquia del concello de Pantón, se encuentra el conjunto de iglesia parroquial y cementerio, un conjunto de origen románico que en su origen perteneció a un monasterio de orden benedictino. Está catalogada como monumento nacional desde 1981.
Fábrica románica
Como ya hemos dicho, la iglesia original de San Fiz de Cangas estaba en el conjunto del monasterio de monjas benedictinas asentado en este lugar, monasterio del que hoy solo queda en pie esta iglesia hoy parroquial que fue levantada entre los siglos XII y XIII. La vida monástica se mantuvo en esta zona de Pantón hasta el siglo XV, momento en el que las religiosas abandonaron la ubicación para trasladares hasta el monasterio de San Paio de Antealtares de Santiago de Compostela.
La iglesia, de una sola nave, es de planta basilical y con cabecera compuesta por tres ábsides. Se cree que en su origen el proyecto de la iglesia podría plantear unas dimensiones más amplias, suponiendo que cada uno de los tres ábsides contaría con su nave correspondiente. La cubierta en el falso crucero es estrellada y corresponde a una reforma de los siglos XV o XVI.
La imagen actual del templo, rústica y algo singular, se debe en gran parte a las múltiples modificaciones que ha ido sufriendo a lo largo de su historia desde su construcción románica. Todavía mantiene su espadaña original y bajo ella está la portada principal, sencilla y de una única arquivolta adintelada apoyada sobre dos jambas con las imágenes de unos leones. En el tímpano se aprecia la imagen de una estrella tallada con una cruz griega que parece proceder de una tumba de pasado prerrománico.
Accedemos al interior
Del interior del templo podemos destacar los dos retablos que forman parte de la iglesia. Uno es del siglo XVIII y el otro del siguiente. También son de bella factura las pinturas murales sobre el martirio de San Sebastián que decoran uno de sus muros.
El sepulcro de Don Rodrigo López de Quiroga, Caballero de Santiago, se añadió a la iglesia en una capilla en el ábside izquierdo. Es la conocida como capilla de los Señores de Torre Novaes en donde están las lápidas sepulcrales junto a los escudos de armas de la Casa de Espasantes.
También es interesante echarle un vistazo bajo los muros de esta pequeña iglesia rústica a la figura dedicada a Don Rodrigo López de Quiroga, imagen en la que se presenta en posición de oración, así como la réplica de un calvario del siglo XIV cuyo original forma parte hoy en día de las pertenencias del museo de las Clarisas de Monforte de Lemos o las tres antiguas pilas bautismales que forman parte del conjunto.