En en el municipio de A Gudiña se encuentra un tesoro del patrimonio histórico y artístico: la Iglesia de San Martiño de A Gudiña. Se trata de una joya que forma parte del Camino de Santiago Sanabrés, una ruta seguida por peregrinos que viajaban desde el sur de la Península Ibérica para visitar la tumba del Apóstol Santiago.
Un viaje a través de su fachada
Construida entre los siglos XVII y XVIII, esta iglesia es una maravilla desde el primer vistazo. Su fachada cuenta con un impresionante arco de medio punto, adornado con la inscripción de 1619 a la derecha. Justo sobre la entrada, una hornacina alberga una conmovedora imagen de la Piedad, coronada por una cruz paté o patada. A ambos lados de la hornacina, dos escudos de armas, aunque desgastados por el tiempo, se cree que pertenecen a las familias fundadoras o benefactoras de la iglesia. En la cima de la fachada, una espadaña sostiene con gracia dos campanas y un crucero.
En el atrio de la iglesia, un tesoro adicional aguarda a los visitantes. Una antigua tumba, que según la tradición popular pertenece a un caballero templario, se alza como un misterio del pasado. Junto a la iglesia, una escultura representa al Beato Sebastián de Aparicio Prado, nativo de A Gudiña y misionero en México en el siglo XVI. Esta escultura, donada por la Asociación Nacional Hotelera de Puebla de los Ángeles en el año 2000, conmemora el cuarto centenario de su muerte.
Un Interior de encanto románico
Una vez dentro, el interior de la iglesia revela una nave única y un ábside semicircular que evoca el estilo del románico rural gallego. El retablo mayor, de estilo barroco, está dedicado a San Martiño, el patrón de la iglesia y del municipio. Además, la iglesia alberga otros retablos laterales dedicados a San Antonio, San José, el Sagrado Corazón y la Virgen del Rosario.