En la comarca del Deza, más concretamente en el municipio de Rodeiro, se encuentra la iglesia de San Martiño de Asperelo. Este templo, un fascinante ejemplo de la arquitectura románica, combina la sencillez estructural con detalles escultóricos que nos trasladan al pasado medieval de Galicia.
Austera pero llena de matices
Aunque los documentos más antiguos que mencionan esta iglesia datan de 1154, la construcción actual corresponde a un periodo posterior, específicamente al siglo XIII. Su diseño incluye una nave única y un ábside rectangular, una disposición tradicional que se complementa con la incorporación de elementos decorativos avanzados para su época. Uno de los aspectos más destacados es una ventana en el ábside que conserva una inscripción del testimonio de la consagración de la iglesia en el año 1225.
El exterior de la iglesia refleja la sobriedad del románico, con muros de sillares perfectamente tallados que encajan sin necesidad de mortero. El muro norte alberga una puerta protegida por un pórtico reconstruido, cuya decoración en el tímpano despliega símbolos cristianos y elementos narrativos, diseñados no solo para embellecer, sino también para educar a los fieles. Además, la fachada principal, aunque más austera en decoración, impresiona por su estructura armoniosa y sus arquivoltas talladas con esmero.
En el interior, destacan elementos escultóricos como los capiteles decorados con escenas de caza y motivos vegetales, así como arcos apuntados que anticipan la transición al estilo gótico.
Rodeada de un paisaje natural típico del Deza, esta iglesia es un destino imprescindible para quienes buscan una conexión entre historia, arte y tradición. En su conjunto, la iglesia de Asperelo combina influencias cistercienses, provenientes del cercano monasterio de Oseira, con detalles únicos que la distinguen de otras iglesias de la región.