La zona de la Ribeira Sacra está salpicada por iglesias y monasterios por cada rincón. El de San Miguel de Eire, en Pantón, es uno de estos monumentos religiosos. Popularmente es conocido como O Mosteiro y es una construcción del siglo XII. Está declarado Monumento Nacional desde 1964.
Breve historia del templo
La iglesia de San Miguel de Eire formaba parte en el pasado de un conjunto monacal de la orden benedictina cuyo origen está en el siglo XII. Tras la reordenación de los templos y monasterios ordenada por los Reyes Católicos en el siglo XVI, el monasterio perdió su categoría y las monjas que vivían en él se trasladaron a Santiago.
Hoy del viejo conjunto monástico tan solo queda en pie la iglesia, de la misma época que el monasterio inexistente y que fundó en su día Escladia Ordóñez. Se cree que fue levantado sobre los restos de un antiguo templo prerrománico, probablemente del siglo X. Historiadores creen que uno de los ventanales de la actual iglesia podría pertenecer a aquel viejo templo.
Tras su restauración, hoy en día esta iglesia sigue ejerciendo labores de templo parroquial.
¿Cómo es la iglesia San Miguel de Eire?
La iglesia de San Miguel de Eire es de estilo románico y cuenta con una única nave de planta rectangular y el ábside semicircular, con cubierta a dos aguas. Está levantada en sillería de granito y en su fachada tiene dos portadas, una con un arco de medio punto y rematada en un frontón en forma de triángulo y la otra, la portada norte, con dos arquivoltas. El agnus dei está en el centro de la exterior. Los tetramorfos que aparecen representados en las mochetas de esta puerta son también de relevancia en el conjunto por su singularidad.
La iglesia cuenta también con una torre rectangular de un solo cuerpo en su fachada frontal que se levanta en la parte delantera de la nave principal.
Si se accede al interior del templo se puede disfrutar de la visión de unas pinturas murales de finales del siglo XV o comienzos del siguiente en las que se aprecia una representación del juicio final y de la decoración de los capiteles y de las esculturas que adornan el templo, algunas de ellas del artista Cornelis de Holanda.