Ubicada en el municipio de Coles, en la provincia de Ourense, la Iglesia de Melias es un fascinante ejemplo del arte románico gallego, enriquecido con modificaciones posteriores.
Románico tardío
A pesar de las reformas y la pérdida del ábside original, la Iglesia de Melias sigue siendo un testimonio de la evolución artística y arquitectónica de Galicia, desde el románico hasta épocas más modernas. Este templo, de nave única y ábside rectangular, cuenta con una historia que combina el esplendor medieval con los cambios arquitectónicos de épocas más recientes.
Aunque no hay documentos escritos que detallen su origen, los elementos decorativos y constructivos nos sitúan en el siglo XIII, un periodo tardío dentro del estilo románico. Su fachada occidental, renovada en el siglo XVIII, destaca por la presencia de un óculo moderno que contrasta con la portada original. Esta entrada, formada por arquivoltas y chambranas decoradas, muestra un delicado trabajo en relieve con motivos geométricos y vegetales, como rombos, billetes y cuadrifolias, que crean juegos de luces y sombras.
Los capiteles de la portada, tallados con minuciosidad, exhiben detalles únicos: hojas, frutos y motivos florales que reflejan la habilidad de los canteros de la época. Las columnas que los sostienen se alzan sobre basas decoradas con formas geométricas, un detalle que se repite en otras iglesias cercanas, como Santo Eusebio da Peroxa.
El interior ha sido transformado en gran medida, especialmente en el siglo XVIII, cuando se añadieron pilastras y arcos apuntados. Sin embargo, aún conserva elementos originales, como una pila bautismal románica, que conecta al visitante con la esencia medieval del lugar.