En el concello de Agolada, en la provincia de Pontevedra, se encuentra la Iglesia de San Pedro de Ferreiroa, uno de los ejemplos del románico rural gallego presentes en este municipio.
Sencilla y bien conservada
Aunque algunos apuntan a que su origen podría remontarse al año 1030, su estructura actual muestra características que la sitúan hacia finales del siglo XII. Este pequeño templo sorprende por su sencillez y riqueza decorativa, siendo un testimonio vivo de la arquitectura religiosa de la época.
La iglesia tiene una planta rectangular que combina nave y presbiterio, ambos cubiertos con techumbre de madera a dos aguas. Sus muros están hechos de sillería de granito bien trabajada, y la fachada principal conserva una hermosa portada románica, aunque modificada en su parte superior en épocas más recientes. Destacan los capiteles, erosionados pero aún visibles, con motivos vegetales y geométricos que muestran la habilidad de los canteros medievales.
Un elemento distintivo es el tímpano semicircular de la portada principal, adornado con una cruz patada inscrita en un círculo y rodeada de detalles simbólicos. En el alero, una colección de canecillos tallados con figuras humanas, cabezas de animales y motivos geométricos aporta un carácter único al edificio.
En el interior, la luz entra a través de estrechas saeteras que crean una atmósfera recogida y serena. El arco triunfal, decorado con detalles vegetales y geométricos, conecta la nave con el presbiterio y es otro ejemplo de la delicadeza artística del románico.