Una de las iglesias más antiguas de toda la comarca de Arzúa la encontramos en la parroquia de Mella. La iglesia de Mella es de estilo románico y conserva algunos elementos de su fábrica original pese al evidente paso del tiempo y las modificaciones que se le han hecho. Junto a la iglesia está el cementerio parroquial y su atrio un cruceiro.
Románico
La antigüedad del templo de San Pedro de Mella queda patente en su claro estilo románico rural y en una historia que nos remonta hasta el siglo XIII para toparnos con el origen de esta iglesia que compite en antigüedad con la de Santiago de Boente.
De su fábrica romana todavía conserva la planta rectangular y las líneas de la nave y del ábside, además de la colección de canecillos que forman parte del alero, la mayoría de ellos de motivos vegetales. La cabecera destaca en plata de alzado y es de menor altura que la nave. Su portada es sencilla, adintelada y sin adorno alguno. Sobre ésta, un pequeño óculo en forma de medio círculo partido horizontalmente.
Los muros norte y sur de la nave son también los originales, así como el arco triunfal que comunica nave y presbiterio. Destaca también en el testero de la nave un Agnus Dei que porta en el lomo una doble cruz circular.
Otro elemento llamativo del exterior de la iglesia es una piedra colocada en el muro norte y en el que se cree que formaba parte del antiguo suelo del templo románico. Dicha piedra tiene grabadas unas formas de círculos concéntricos que recuerdan a las de los petroglifos de la Edad del Hierro.
Modificada
La iglesia, como es habitual en prácticamente todos los templos prerrománicos de Galicia, ha sido objeto de modificaciones y añadidos a lo largo de la historia. En este caso hablamos de los siglos XVII al XIX para referirnos a las de mayor relevancia, aunque también tuvo reformas en siglos posteriores. Historiadores apuntan incluso la opción de una reconstrucción total del templo aprovechando elementos del templo primitivo y siguiendo el estilo anterior por imitación.
Son añadidos la espadaña campanario de ojos y doble campana, con dos cuerpos y rematada en cruz de forja flanqueada por dos óculos piramidales. La iglesia llama también atención por sus paredes pintadas en blanco en todos sus lados menos en lo que es la fachada principal, donde se mantiene la imagen de sus muros de granito. La cubierta actual es de teja a dos aguas.
En el interior de la iglesia los retablos son más modernos, seguramente de algún momento del siglo XVIII.