La iglesia de San Pedro Fiz de Hospital, situada en O Incio, es un templo singular con una historia fascinante. Se ubica en un alto a 710 metros de altura. El entorno natural que rodea la iglesia, incluyendo un gran castaño, añade a su encanto y honra su historia centenaria.
Levantada en mármol
La principal característica de este singular templo en O Incio es que fue construida en mármol y piedra caliza, material extraído de una cantera cercana. Además de esta característica ya inusual en Europa, otro elemento llama la atención en ella, ya que esta iglesia destaca por su ábside semi-hexagonal, inusual en comparación con las formas circulares habituales.
La construcción se atribuye a la orden de San Juan de Jerusalén y por este motivo la tumba de uno de sus comendadores, fray Álvaro de Quiroga, se encuentra en este templo decorada con una estatua yacente.
Se cree que una antigua variante del Camino de Santiago pasaba por la zona y fruto de ello se levantó este templo junto a una hospedería, un centro de atención sanitaria para los peregrinos y hasta una fortaleza. De todo ello solo queda el templo e incluso la torre campanario actual fue otrora una de las torres defensivas de la fortaleza que fueron reconstruidas posteriormente.
El ábside hexagonal, con su bóveda nervada y capiteles ricamente decorados, alberga tesoros artísticos como un Jesús crucificado que data posiblemente del siglo VII y una talla de la Virgen de la Leche. La fachada presenta una portada con una cuádruple arquivolta semicircular, adornada con una cruz de Malta y una corona real. Además, hay un edificio anexo con una cadena colgante que podría pertenecer a la vieja fortaleza.