En el corazón del municipio de Coles, a pocos kilómetros de Ourense, se encuentra la Iglesia de San Xillao de Ribela, un templo en historia, arte y un entorno natural impresionante se dan la mano.
Un entorno con vistas de lujo
Visitar la Iglesia de Ribela es una experiencia que trasciende el tiempo. La armonía entre su arquitectura románica y barroca, junto con el encanto del paisaje gallego, la convierten en un destino ideal para amantes del arte y la naturaleza.
De estilo románico, aunque modificada con elementos barrocos como ya hemos dicho, la iglesia conserva partes de su estructura original, como su fachada occidental, que luce una hermosa portada decorada con arquivoltas y una chambrana detallada con puntas de diamante y motivos florales. También destaca la escultura de San Julián, el santo patrón, representado como un noble cazador con detalles refinados que reflejan la destreza artística de la época.
El interior guarda el arco triunfal, testigo de la arquitectura medieval, mientras que su capilla mayor, añadida posteriormente, y el pórtico que cubre el lateral norte aportan un contraste barroco a la sobriedad románica. A pesar de las transformaciones sufridas a lo largo de los siglos, esta iglesia sigue siendo un reflejo del legado histórico y cultural de la región.
Esta iglesia, mencionada por primera vez en documentos de 1239, se alza en un lugar estratégico: protegida por una escarpada pendiente de granito al norte y ofreciendo vistas al sinuoso valle del río Miño hacia el este y el sur.