Uno de los principales monumentos que podemos visitar en la localidad de Gondomar es la iglesia de Santa Baia de Donas, en el barrio de Mosteiro.
Antiguo monasterio
La Iglesia de Santa Baia de Donas es actualmente iglesia parroquial, pero en los inicios románicos de la iglesia ésta perteneció al monasterio benedictino exclusivamente femenino que se ubicaba en el mismo lugar. Este monasterio se conocía con el nombre de Dominarum.
Los restos conservados por escrito que hablan de este monasterio hacen referencia a su fundación por una donación del Emperador Alfonso VII a Doña Aurea Bellide. De todo lo que fue el conjunto monástico tan solo ha llegado hasta nuestros días la iglesia y se desconoce a qué lugar fueron redirigidas las religiosas una vez las funciones monásticas del cenobio de Gondomar cesaron.
Bien conservada
Lo mejor que se puede decir de la Iglesia de Santa Baia de Donas es que mantiene una gran conservación de lo que es la fábrica primitiva, en estilo románico de finales del siglo XII.
Hablamos de una iglesia sencilla, de ábside rectangular y una sola nave. Aunque bien hemos dicho que mantiene en parte su imagen original, sí que ha ido sufriendo alteraciones a lo largo de su historia y estas las podemos ver ya en la fachada con las modificaciones que entre los siglos XVIII y XIX se realizaron tanto en la fachada principal como en el alero en el muro norte, así como en algunos elementos del interior del templo. Esta modificación del alero hizo que los clásico canecillos de la estructura se eliminasen, pero no se han perdido en el proceso porque están expuestos en el Museo Diocesano de Tui, si bien dos de ellos se trajeron con posterioridad y se pueden ver dentro de la iglesia, en el muro interior izquierdo junto a la pila bautismal.
En cuanto la alteración del muro norte, a él se ha adosado la Capilla del Cristo y una pequeña habitación más para uso como almacén o sacristía. A la izquierda de la fachada principal vemos también el añadido del campanario.
La portada principal es seguramente uno de los elementos más destacados por mantener las formas de la fábrica medieval. Se trata de una portada de triple arquivolta que remata en chambra con billetes. Dos columnas por cada lado sostienen las dos arquivoltas interiores y la tercera se sostiene sobre una jamba. Los capiteles tienen motivos vegetales y uno de ellos es historiado. De un simple vistazo sí se puede detectar que, pese a que la mayor parte de la portada es románica, el actual tímpano no lo es.