En la provincia de Lugo, se encuentra la Iglesia de Santa María de Arcos, una interesante iglesia que combina el encanto del arte románico con influencias de épocas posteriores. Situada en el municipio de Antas de Ulla, este templo religioso descansa en un terreno escarpado donde el granito abunda, material que no solo dio forma a sus paredes, sino también a los sarcófagos que salpican la comarca, testigos de su pasado medieval.
Bien conservada y modificaciones menores
El edificio data del siglo XII y conserva gran parte de su estructura original, con modificaciones menores a lo largo de los siglos. Su portada principal destaca por las detalladas arquivoltas de medio punto decoradas con motivos geométricos y vegetales, mientras que el tímpano central presenta una cruz latina grabada, rodeada de elementos escultóricos únicos.
En el ábside, un ventanal de delicada ornamentación se alza como una de las joyas del románico gallego. Según los expertos, en sus primeras etapas pudo haber funcionado como sagrario. Además, los capiteles que lo flanquean están ricamente decorados con formas vegetales que revelan la maestría de sus artesanos.
El interior no se queda atrás en belleza. El arco triunfal, que da acceso al presbiterio, es un claro ejemplo del estilo románico, con casetones decorados y motivos que combinan elementos geométricos, animales y vegetales. La pila bautismal y la pila de agua bendita añaden un toque de historia, con diseños que remontan a épocas tempranas de la cristiandad.
Para cerrar, los tres retablos que adornan el templo no solo enriquecen su estética, sino que también invitan a reflexionar sobre el valor cultural y religioso que este espacio ha conservado a lo largo de los siglos.