En el municipio de Muras y rodeada de una zona montañosa, se encuentra la Iglesia de Santa María de A Balsa un templo histórico que combina tradición y belleza arquitectónica.
Románico y barroco
Esta iglesia comenzó a construirse en el siglo XII para atender las necesidades religiosas de las comunidades rurales de la región. Con el tiempo, se ha convertido en un punto de referencia, testigo de múltiples ampliaciones y reformas.
La iglesia conserva una planta de nave única con un ábside rectangular y elementos añadidos que enriquecen su estructura, como una sacristía, un pórtico lateral y una espadaña barroca de dos cuerpos con tres vanos. Su fachada occidental está protegida por un cabildo del siglo XVII, que se integra armoniosamente con el resto del edificio. En el exterior, destaca el uso de granito en sus muros, complementado por cubiertas de pizarra que añaden un encanto rural inconfundible.
El interior también es interesante. Aunque ha sufrido modificaciones, aún se pueden apreciar detalles románicos, como un arco triunfal sencillo y los canecillos decorados del muro sur. En la capilla mayor, un retablo de estilo renacentista popular aporta calidez y color al espacio. Otros dos retablos barrocos completan la decoración, mostrando la evolución artística a lo largo de los siglos.