En el concello de Vilarmaior, entre los ríos Eume y Doroña, se encuentra la iglesia de Santa María de Doroña, uno de los principales monumentos arquitectónicos locales que guarda siglos de historia.
Siglo XII
Rodeada de verdes paisajes típicos de Galicia, esta iglesia románica sigue siendo un testimonio vivo del pasado medieval de la región. El edificio tiene su origen en el año 1162, aunque que ya hay menciones documentadas en el siglo X, consta de una nave rectangular y un ábside semicircular, construidos con una marcada horizontalidad que solo se ve interrumpida por la espadaña en el lado sur. La puerta principal, protegida por un pórtico, presenta una sencilla arquivolta y capiteles decorados con hojas y figuras antropomorfas. Sobre el tímpano, destaca la representación de un Agnus Dei, aunque el deterioro ha borrado algunos detalles.
En el ábside, se encuentran canecillos decorativos y metopas con motivos florales, que recuerdan el estilo de la portada de Platerías en la Catedral de Santiago. La decoración, aunque deteriorada por el tiempo, muestra la habilidad de los artesanos medievales.
En el atrio, un cruceiro preside el entorno con una imagen de Cristo crucificado y la Virgen. Este elemento, junto con la iglesia, forma un conjunto que traslada a los visitantes a la Galicia de épocas pasadas, con su mezcla de espiritualidad, arte y paisaje.