En el concello de Toén se encuentra una iglesia románica que nos traslada hasta finales del siglo XII, es la iglesia de Santa María de Feá, que hoy ha llegado hasta nuestros días con algunas modificaciones como iglesia parroquial.
Referencias de la iglesia
La rica historia de la Iglesia de Santa María de Feá se encuentra envuelta en la nebulosa de los siglos pasados, siendo descubierta en registros documentales con tardanza. Su primera mención se remonta al reconocimiento de la herencia de Toda Pérez en 1206. No obstante, fue en 1236 cuando Pedro Pérez, vicario del deán, otorga una heredad en Figueiredo a Juan Pérez, próxima a la "ecclesia de Fia", revelando la existencia de esta iglesia.
De dimensiones modestas pero proporcionadas, este edificio presenta una nave y un ábside rectangulares, con una espadaña clasicista en el hastial occidental y contrafuertes gruesos en sus laterales. La estructura ha experimentado modificaciones en épocas posteriores, como la inclusión de una sacristía en la parte septentrional de la cabecera y la alteración de algunos vanos originales.
Los detalles arquitectónicos de sus muros revelan una complejidad sorprendente. Los contrafuertes flanquean el muro norte, mientras que en el sur se combinan con una serie de ménsulas que antiguamente sostenían un alpendre, añadiendo un toque distintivo a esa fachada. Canecillos decorados con diversas formas y motivos geométricos adornan el alero y los muros, proporcionando una riqueza visual única.
La portada principal presenta las formas originales, formada por una arquivolta apuntada sobre columnas acodilladas, exhibe un diseño detallado con elementos como bolas, motivos vegetales y figuras esquematizadas. La decoración exterior se completa con figuras en relieve que adornan la fachada y un escudo cuartelado sobre la entrada.
Cabe mencionar también que junto a la iglesia se encuentra un cruceiro de talla rústica con varal cilíndrico sobre una base cuadrada. Se trata de un cruceiro de escaso volumen e imagen sencilla.
El interior del templo
Internamente, la iglesia se divide en dos áreas, la nave y la capilla, separadas por un arco triunfal. Columnas con capiteles decorados con motivos vegetales sostienen esta estructura de madera sencilla pero impresionante.
El ábside, al igual que la nave, está cubierto por un techo de madera, alberga accesos a la sacristía y vanos rectangulares, revelando huellas de modificaciones y tapiados a lo largo del tiempo.
El estilo arquitectónico y las técnicas empleadas sugieren que la construcción de la Iglesia de Santa María de Feá probablemente se llevó a cabo en las primeras décadas del siglo XIII, si bien puede haber teorías que apunten a finales del anterior. Varios elementos y la ornamentación presentan similitudes con las obras contemporáneas realizadas en la catedral de Ourense, lo que sugiere conexiones y referencias estilísticas entre ambas edificaciones.
La historia de esta iglesia, aunque parcialmente desconocida, se despliega a través de sus muros, arcos y detalles, proporcionando un vívido vistazo al pasado y una fascinante conexión con el contexto histórico más amplio de la región.