IglesiasEl románico forma parte de la Ribeira Sacra y lo podemos encontrar presente en numerosas iglesias y monasterios, en mejor o peor estado de conservación de esta preciosa zona de Galicia. Uno de estos ejemplos lo podemos ver en Ribas de Sil si nos acercamos a conocer la Iglesia de la parroquia de Santa María de Torbeo. Se cree que en esta iglesia descansan los restos mortales de Vasco de Quiroga.
Siglo XIII
Aunque no existe una prueba que permita la confirmación, se cree que la iglesia de Torbeo pudo haber pertenecido en el pasado al conjunto que formaba el hoy extinto monasterio de San Pedro de Torbeo. Esta iglesia del siglo XIII es una de las joyas arquitectónicas de Ribas de Sil, aunque por desgracia su imagen actual se encuentra algo modificada, más si cabe por el incendio que le afectó al templo el pasado siglo. En cuanto a la cubierta del ábside, se hace con bóveda de crucerías con nervios que parten de los capiteles.
La iglesia mantiene todavía los muros y la planta rectangular originales, con ábside semicircular con acceso de tramo recto si bien a esta se le añadió la sacristía en el siglo XVI y dos capillas laterales en el XVIII con bóveda de cañón. Otro de los añadidos en época barroca es la espadaña de tres cuerpos y dos campanas en los arcos inferiores.
La portada principal es de triple arquivolta, sin columnas ni motivos decorativos en ninguno de los tres arcos de medio punto. Sobre ella hay un gran óculo que ocupa una posición centrada en la fachada y que rompe las líneas sencillas que la conforman.
Pila bautismal
En el interior del templo el elemento más importante por su singularidad es una pila bautismal. Está considerada por muchos estudiosos de la época medieval como uno de los más especiales ejemplos de arte cristiano del medievo de todos cuantos se han encontrado en la zona de la Ribeira Sacra. El motivo de ello es que hay muy pocas pilas bautismales de inmersión conservadas en la comunidad gallega.
Esta pila bautismal está fabricada íntegramente en granito y se cree que fue diseñada en el siglo XII. Se trata de una estructura de más de un metro de diámetro y 800 kilos de peso que tiene decoración de motivos geométricos y la imagen de un salmón de cuatro aletas. En la pila se puede leer también una inscripción en latín en la que se lee, traducido al español, el lema "sin mancha del pecado original".
Cabe decir que los retablos históricos de esta iglesia fueron pasto de las llamas en el grave incendio que sufrió el templo en 1936. Nueve años después la iglesia se reparó, pero las pérdidas artísticas fueron mayúsculas.
