Uno de los templos con pasado románico que podemos visitar a nuestro paso por el ayuntamiento de Lugo es la iglesia de Santiago de Meilán, edificio bastante modificado con respecto a lo que fue su fábrica medieval primitiva. Está declarada Monumento Nacional.
Románico
La iglesia de Santiago de Meilán se encuentra en la parroquia de Meilán, a unos cinco kilómetros de lo que es centro de Lugo. Es una iglesia cuyo origen encontramos en el siglo XII, románica de diseño original, pero con muchas alteraciones que puede hacer que sea complicado encontrar los restos de fábrica para los ojos menos expertos.
Es este un edificio de nave rectangular y ábside semicircular, precedido de tramo recto. La fachada occidental y los muros laterales de la nave son de mortero, están encalados y ocultan la mampostería de granito y la sillería que sí es más visible en la zona de la cabecera.
El ábside está dividido en tres tramos por dos columnas entregas. Las columnas se rematan en capiteles con decoración vegetal. Internamente son especialmente bellas las tallas de los capiteles que sostienen su arco triunfal.
De la etapa románica son también parte de los canecillos que podemos ver en el alero de la nave y el ábside. Son canecillos esculpidos en bulto redondo con motivos antropomorfos y zoomorfos.
Barroco
El estilo barroco es quizás el más predominante a simple vista si observamos esta iglesia. El Barroco que vemos ya en su fachada principal, pero también en los tres retablos que hay dentro.
La portada principal es por tanto de estilo barroco fruto de las modificaciones que en el templo se hicieron en torno a los siglos XVII y XVIII. En estas obras también se añadió la sacristía o las nuevas dependencias del cabildo y se levantó la torre-campanario que está adosada al muro sur del presbiterio. Esta torre tiene cubierta de cúpula de media naranja y da techo a cuatro campanas bajo arcos de medio punto. Es de planta cuadrada y está formada por dos cuerpos separados entre sí por una cornisa con moldura.
La fachada principal está compuesta por un paredón blanco en el que rompe la harmonía una puerta que bien podría ser uno de los mejores ejemplos del barroco compostelano en Lugo. Es una puerta festoneada con rebordes sobre la que se abre un tímpano triangular trucando con los extremos sobresaliendo a los lados de la puerta. El tímpano está una imagen del apóstol Santiago vestido como un peregrino y a sus pies la icónica imagen de la vieira y la cruz de Santiago. El conjunto de la portada se enmarca a los dos lados de las columnas por unos motivos vegetales que caen desde los extremos del tímpano y que semejan a racimos de fruta, siendo bastante apreciables las formas de manzana.
El acceso norte se hace a través de una portada con dos arquivoltas de medio punto, de sección prismática y arista viva, apenas sobre las jambas. El acceso sur, también fue también restaurado, pero tratando de mantener la esencia del original.