En la parroquia de Rante, situada en San Cibrao das Viñas se encuentra la iglesia de Santo André, un buen testimonio de lo que es el románico gallego. Este templo se encuentra a unos 500 metros del núcleo del pueblo, en un pequeño promontorio que ofrece vistas al hermoso Val da Rabeda, un entorno natural que enmarca a la perfección este enclave histórico.
Estructura medieval reforma en el XVII
Construida originalmente en el siglo XIII, la iglesia conserva su estructura románica de una sola nave y un ábside rectangular, a pesar de las modificaciones posteriores realizadas en el siglo XVII. Su fachada principal, en el lado oeste, es un ejemplo destacado de la arquitectura medieval. Aquí, un arco apuntado decorado con motivos vegetales y geométricos en los capiteles de sus columnas acapara las miradas. Estas delicadas tallas reflejan la influencia del estilo cisterciense, común en la región gracias a la cercanía del monasterio de Oseira.
La iglesia cuenta con pequeños detalles en los que podemos apreciar la sutileza de la arquitectura medieval. Sus canecillos, pequeños soportes decorativos que se encuentran en la cornisa, presentan una variedad de formas geométricas y motivos naturales, desde hojas estilizadas hasta figuras de animales. En el interior, aunque sobrio, destaca el arco triunfal de medio punto, que mantiene la sencillez típica del estilo románico.
A pesar de las alteraciones, como la adición de una sacristía barroca y una capilla contemporánea, el edificio no pierde su encanto medieval. La espadaña barroca que corona la fachada occidental, con detalles ornamentales reutilizados del románico original, añade un toque singular a esta interesante iglesia del rural ourensano.