La iglesia de Santa Mariña de Xinzo, en Xinzo de Limia, es seguramente el edificio de mayor enjundia de la zona vieja de la localidad, uno de los nueve templos de pasado románico que se ubican en el concello.
La riqueza de su subsuelo
Más allá de su espléndida arquitectura románica, esta joya arquitectónica se revela como un fascinante yacimiento arqueológico que desentraña capas de historia a lo largo de los siglos.
La portada de Santa Mariña, típica del románico transfronterizo, destaca por su ornamentación geométrica de labra dura y la ausencia de tímpano. Sin embargo, esta iglesia va más allá de la estética arquitectónica; su subsuelo es un tesoro arqueológico que narra la rica historia de Xinzo y sus transformaciones a lo largo del tiempo.
A lo largo de los siglos, la iglesia ha experimentado diversas etapas constructivas y renovaciones, utilizando elementos decorativos reaprovechados. Las excavaciones de la década de 1990 revelaron que bajo la estructura actual yacen restos de una primera edificación romana, evidenciada por un muro y pavimentos con la técnica opus signinum. Un segundo descubrimiento reveló una necrópolis tardorromana, mientras que huellas de un templo prerrománico del siglo IX conectan con la época de Alfonso III el Magno.
La iglesia, que en sí misma es un documento histórico, muestra signos de ampliación en el siglo XVII y reformas en el XVIII. Sin embargo, su aspecto actual, con una sola nave, dos cuerpos adosados y una cubierta elevada que data del siglo XIX, revela la continua evolución de este lugar sagrado a lo largo de los siglos.