El Monasterio de San Martín Pinario se encuentra situado en la Plaza de la Inmaculada de Santiago de Compostela y fue fundado por un grupo de monjes benedictinos que se instalaron en el lugar luego del descubrimiento de la tumba del apóstol. Gozó de gran poder desde su fundación, lo que le permitió invertir en las reformas y ampliaciones que han hecho de su iglesia una de las obras del barroco gallego más importantes.
El monasterio acoge hoy en día un museo con una importante colección de pintura, orfebrería, tallas, etc. Cuenta también con una imprenta, una botica y un gabinete de historia natural y física. El monasterio es, a su vez, el Seminario Mayor de la archidiócesis de Compostela.
El monasterio
El monasterio de San Martín Pinario llama la atención por sus líneas sencillas y austeras. La monotonía de la fachada, dividida en tres cuerpos de cuatro alturas, solo se rompe por la existencia de la torre de cinco cuerpos que la complementa.
En el interior del monasterio encontramos el claustro de las oficinas y el procesional. El de las oficinas es el más antiguo de los dos y data de mediados del siglo XVII. Fue diseñado por Bartolomé Fernández Lechuga. No se terminó hasta mediados del XVIII, ya con otros artistas al cargo.
La iglesia
La iglesia del Monasterio de San Martín Pinario es la parte más importante de la composición. En ella se entremezclan estilos tanto barrocos como neoclásicos y renacentistas.
La iglesia se terminó de levantar a mediado del siglo XVII y fueron los arquitectos Mateo López (Portugal) y Benito González de Araújo los que están detrás del diseño. La iglesia está diseñada con planta de cruz latina de nave única cubierta por una bóveda de cañón. La nace central cuenta con seis capillas laterales comunicadas entre sí y la luz penetra en su interior a través de una cúpula en media naranja.
Fernando de Casas y Novoa diseñó los tres retablos del altar mayor y el de la Capilla del Socorro dando a luz a una de las piezas barrocas de mayor belleza de todo el mundo. Los otros retablos de la iglesia son en honor a San Bieito, la Virgen inglesa, Santa Escolástica, Sata Xertrude y al Cristo de la Paciencia Mateo de Prado está detrás de otra de las piezas barrocas destacadas de la iglesia; la sillería del coro. Está hecha en madera de nogal y cuenta también con reconocimiento a nivel estatal.