Las Islas de Gres constituyen un paraje natural formado por seis islas creadas por el embalse de Portodemouros, en el río Ulla, entre la parroquia de Gres (Vila de Cruces) y Ponte Ledesma (Boqueixón).
Un hermoso puente medieval, el Puente Ledesma, de siete arcos, de posible origen romano, atraviesa el Ulla en el antiguo camino real de Santiago a Lugo. Antes de pasar por debajo de ellos, el río configura el hermoso paisaje de Las Íslas de Gres (Ínsuas de Gres), un área recreativa que derrocha una increíble belleza paisajística. Estas islas también pueden ser conocidas como Islas de San Ramón en honor al patrón del municipio de Vila de Cruces.
Un área verde y recreativa
Los robles y pinos pueblan las seis islas y da una frondosidad y aspecto vivo y verde a la zona, además de la siempre deseada sombra en los meses de más calor. Cinco de esas islas, Isla de San Ramón, Isla de Os Namorados, Isla de A Palleta, Isla de Pachín e Isla de A Praia están unidas entre sí por pasarelas que permiten el paso a los visitantes. Un poco más abajo del rio se encuentra la sexta isla, de pequeño tamaño y la única que no está unida a las demás.
Estas islas se encuentran acondicionadas con bancos, barbacoas e incluso tienen una pequeña playa fluvial.
En verano, a finales de Agosto, se celebra la fiesta de San Ramón, con una gran romería. Es típico ir a comer a las Islas y disfrutar por la noche de una gran fiesta.
Es un paraje precioso, digno de disfrutar un domingo cualquiera en familia o con los amigos.
Mención aparte merece una playa fluvial que está repleta de gente joven en los meses de temporada estival.
Recuerdo a los ilustres
El entorno del área recreativa no falta los monumentos en recuerdo a dos de los más ilustres ciudadanos de la zona. Por un lado, y directamente relacionado con las Islas de Gres, está Adolfo Villa Donato, quien tiene mucha culpa de que el lugar tenga hoy el aspecto que tiene gracias a su iniciativa por impulsar, cuidar y destacar la zona. Tampoco falta un recuerdo en forma de placa dedicada a uno de los escritores más simbólicos de la zona y oriundo de esas tierras; Xosé Neira Vilas. Precisamente una de las islas, la de Pachín, lleva el nombre de uno de los personajes de su novela Memorias de un neno labrego.