Ermitas y capillas
Miradores
Merenderos y Áreas RecreativasEn lo alto del monte de Coto Grande nos encontramos con el mirador de San Nomedio, antes también conocido como en mirador de San Mamede. A casi 700 metros de altura se contempla toda la vista del valle en un alto que divide a las diferentes parroquias de As Neves y que, además de unas grandes vistas, también ofrece un lugar de romerías con la Ermita que lleva el mismo nombre.
El Mirador
Desde el mirador de San Nomedio, equipado con su propia área recreativa, se abre a los ojos toda la panorámica de las cuencas fluviales de los ríos Xuliana y Termes. En días despejados la vista abarca todo el concello de As Neves junto a otros limítrofes como Salvaterra do Miño, Ponteareas, Covelo y hasta la frontera con Portugal.
Lo más destacado del mirado de San Nomedio o San Mamede es el marco cuadrado de hormigón que encuadra las vistas para hacer de ellas un cuadro precioso. Esta escultura a modo de ventana fue una obra del año 2020 que complementó a la composición de un mirador astronómico con asientos y losas y un planisferio hecho en metacrilato.
La Ermita
La ermita de San Nomedio es una pequeña construcción moderna de piedra muy sencilla que fue levantada durante el pasado siglo, probablemente como forma de reponer o mejorar la instalación de un templo más antiguo.
El lugar es destino de muchos romeros que cada 7 de agosto se acercan hasta la pequeña ermita para celebrar la romería en procesión con las figuras de los patrones de las diferentes parroquias. Ya en lo alto de la montaña se celebra el tradicional saludo de los santos en un acto que tiene por objetivo pedirle a San Nomedio su bendición para las cosechas próximas, principalmente la del cereal para el pan y la de la vid. La romería se extiende después durante el día aprovechando el área recreativa localizada en la zona.
La Ermita de San Nomedio tiene su propia leyenda vinculada a la del resto de las ubicadas en el valle como la ermita del Alto de San Fins. Se cuenta que el Santo San Mamede o San Nomedio y sus hermanos ascendieron a las cumbres del valle del río Miño con el objetivo de localizar a su hermano ahogado en el río, San Telmo. Se dice que hay una ermita levantada en cada una de las cimas a las que cada hermano acudió para tratar de localizarlo y la del Mirador de San Nomedio es una de estas.
