Existe la creencia de que en la parroquia de Albeos, en el ayuntamiento de Crecente, nació San Paio (San Pelayo). Por este motivo se levantó un monasterio románico en su honor del que hoy quedan sus ruinas. Es una de las joyas olvidadas del románico en Galicia.
Las ruinas
Las ruinas de San Paio son los restos de un monasterio mandado construir en el siglo X y que posteriormente se transformó en convento encomendado a San Salvador y ocupado por monjas benedictinas.
Fue precisamente el traslado de las monjas a Santiago lo que propició el declive de este edificio. Desde finales del siglo XV el edificio pasó a ser un priorato administrativo y con las desamortizaciones de Mendizábal, en 1836, se quedó abandonado y en ruinas.
De lo que queda conservado del viejo monasterio podemos distinguir lo que fue la casa-cuarto del convento, una construcción de planta rectangular con anexos. Es de reseñar el Pantocrator secundado por ángeles que vemos en el tímpano y en la fachada un arco del siglo XVII con motivos vegetales en sus capitales. Restos de columnas y arcos con ventanas componen el resto de la zona en ruinas y comidas por la vegetación.