El Monasterio de San Xoán, en Poio, se encuentra en la Plaza del Convento de este municipio, frente a la casa consistorial. Es, junto a Combarro, el principal reclamo turístico de esta localidad de las Rías Baixas y su historia se remonta a la época medieval, teniendo notable relevancia en la comarca. Está catalogada como Bien de Interés Cultural desde 1971.
La historia del Monasterio
Los inicios de la vida monacal en Poio están algo difusos, aunque se cree que el convento pudo comenzar su actividad durante el siglo VII tras ser fundado por Fructuoso de Braga junto a sus seguidores. Unos siglos después el primitivo monasterio de Poio fue reconstruido en un lugar próximo a su primera ubicación y es precisamente de esta época cuando aparecen referencias documentales de la presencia de un cenobio en la zona.
Los monjes benedictinos fueron los primeros en enclaustrarse en el lugar y lo hicieron hasta mediados del siglo XIX, estableciendo incluso en el interior un importante Colegio Mayor de Teología. En 1835 los benedictinos deciden dejar el templo, que permanece sin ocupar hasta que a finales de siglo sea la orden de la Merced quien pasa a instalarse en él. En la actualidad la vida monacal continua activa.
La época de mayor esplendor del monasterio coincida durante los años del barroco y el renacimiento. Es en estos años cuando el convento recibe mayores aportes económicos para ir renovándose poco a poco.
¿Cómo es el monasterio?
En realidad, el notable conjunto está formado por dos monasterios: el antiguo convento benedictino, con su iglesia, los claustros del crucero y de las procesiones y demás dependencias; y el moderno, con dos patios y una capilla.
La Iglesia, construida en el siglo XVII, refleja el gusto por la conjunción de formas clasicistas y barrocas. De la iglesia lo más importante es su retablo de estilo churrigueresco y que data del siglo XVIII. También el sepulcro de Santa Trahamunda. En cuanto a la fachada, está enmarcada entre dos torres y la portada está custodiada por dos columnas dóricas en su parte inferior y dos más de estilo corintio en la superior. También en la portada podemos ver una imagen de San Juan Bautista.
Las partes importantes del conjunto monástico que merecen una visita son:
- El claustro de las procesiones, de finales del siglo XVI, con arcos redondos, bóvedas de crucería y un precioso jardín en el centro presidido por una fuente de estilo barroco. Tiene forma cuadrada y dos niveles de altura.
- La escalera de honor de construcción barroca que, sin estribos ni arcos, da la impresión de que esté montada en el aire.
- El claustro del crucero, este del siglo XVIII, donde se podrá admirar el monumental mosaico de O Camiño de Santiago que mide unos doscientos metros cuadrados, el cual plasma las escenas tradicionales de la historia del Camino y sus monumentos más importantes. También se conoce este claustro como el de los naranjos o de la portería. Cuanta con tres niveles de altura.
En los jardines y campos adyacentes al Monasterio de Poio se encuentra un hórreo considerado como uno de los de mayor longitud de toda Galicia (33,46 metros de largo y con una superficie de 123,13); el cual fue construido al incrementarse las rentas con la llegada del maíz en el siglo XVII.
Además, el Monasterio cuenta con una de las mejores bibliotecas de Galicia con miles de volúmenes, muchos de ellos donados por el bibliófilo orensano, Antonio Rei Soto, cuya colección ocupa un lugar especial en la biblioteca y es rica en joyas bibliográficas y en obras de historia y literatura gallegas. El monasterio cuenta también con un pequeño museo de mosaicos y la muestra del artista checo Antón Machourek.
Otra de las cosas a destacar del Monasterio es que, con la llegada de los religiosos de la Orden de la Merced, se restauraron las partes desechas y un anexo destinado a acoger el Seminario de Filosofía y Teología y, cuando éste se trasladó a Salamanca, las nuevas instalaciones se convirtieron en la actual Hospedería del Monasterio.