Conventos y MonasteriosEl Monasterio de Santa María de Mezonzo es un templo religioso románico que se encuentra en la parroquia que lleva su mismo nombre, dentro del límite territorial del ayuntamiento de Vilasantar. Está declarada Monumento Histórico Artístico desde el año 1931.
Una iglesia del siglo XII
Lo que hoy ha llegado hasta nuestros días es la evolución en forma de restauraciones y ampliaciones de un monasterio dúplice que se construyó a mediados del siglo IX en un entorno privilegiado. Hay estudios que hablan incluso de un templo anterior en la zona que se construyó durante la época del Reino Suevo.
La figura de Pedro de Mezonzo, quien a la postre se convirtió en obispo de Iria-Santiago, fue relevante en la historia de este templo al ser uno de sus abades más reconocidos.
La iglesia actual data del siglo XII, pero su origen es mucho anterior y podemos remontarnos a la fase prerrománico o visigoda para hablar de ella, algo que también podemos apreciar en determinados elementos arquitectónicos presentes en la fachada actual y que pudieron ser reutilizados para integrarlos en las paredes del templo románico. La reedificación del XII trajo de la mano la llegada de la orden cisterciense al monasterio y con posterioridad se convertiría en priorato del monasterio benedictino de San Martín Pinario.
¿Cómo es el monasterio?
La elegancia y gran conservación de la cabecera románica de Santa María de Mezonzo es uno de los grandes atractivos de este templo. La iglesia tiene planta basilical y está dividida en tres tramos con triple ábside y cubierta de madera a dos aguas. El ábside central cuenta con un rosetón con celosía.
La fachada principal cuenta con portada románica con arquivolta doble un tímpano liso que descansa sobre ménsulas. En esta fachada podemos ver también elementos previos a la construcción primitiva como pueden ser las columnas de mármol, elemento que reciclado la anterior estructura ubicada en el lugar. Esta fachada se corona con una espadaña barroca con dos campanas.
En los laterales podemos ver también los contrafuertes que enmarcan la portada, cuatro por un lado y dos por el otro.
