El Monte Alba o Cerro de San Bartolomé forma parte de un parque forestal de 42.000 metros cuadrados en el que se une con el Monte de Cepudo en la parroquia de Valladares, en Vigo.
Vistas, escultura e historia
En la cima de esta montaña, al igual que ocurre en la vecina de Cepudo, contamos con un buen mirador para disfrutar de las vistas del entorno de Valladares en particular y Vigo en general. Es este un lugar desde el que disfrutar también de unas hermosas vistas a la ría y a la Islas Cíes, así como la Serra do Galiñeiro o la comarca del Val Miñor.
La altura máxima del Monte Alba es de unos 502 metros, ligeramente inferior al vecino Cepudo. Aunque quedan pocos restos de él, en la cima del Monte Alba había también un castro.
Otro de los elementos llamativos del entorno de este monte es la colección de once esculturas que forman parte de este lugar y que se instalaron en el año 1999 con excusa del primer Simposio Internacional de Esculturas del monte Alba, una iniciativa que buscaba poner en valor y recuperar el monte.
El 15 de agosto es una fecha significativa también en el Monte de Alba. Es el día en el que se da pistoletazo de salida a una romería que se prolonga hasta tres semanas y que comienza con la subida de la imagen de la Virgen del Alba desde la iglesia de Valladares hasta la ermita en lo alto. El 15 de agosto es también el único día del año en el que se puede ver la puesta de sol a través del agujero que tiene una de las esculturas del monte, la llamada Metamorfosis de Remigio Davila y que representa a un instrumento musical.
La Capilla
En lo alto del Monte de Alba se encuentra la capilla que da nombre al lugar, el pequeño templo dedicado a Nuestra Señora del Alba. Esta capilla formaba parte siglos atrás de una fortaleza medieval de mayor tamaño.
De aquel castillo ha llegado hasta nuestros días únicamente la capilla de planta rectangular y en cuya fachada todavía pueden verse los escudos de la familia propietaria de la fortaleza, la Casa de los Valladares.
Se puede llegar hasta la capilla por medio de una pista forestal sin asfaltar o a través de unas escaleras de piedra que nos llevan hasta el alto de la montaña.