Monte Pindo - A Moa

El Monte Pindo, también llamado A Moa, es un macizo granítico de 642 metros de altura situado en el municipio de Carnota. La composición guarda una inusitada belleza gracias a la erosión que el paso del tiempo ha hecho en las rocas para ir moldeándolas hasta hacer de ellas un conjunto granítico de forma indeterminada y cuya imaginación popular quiso atribuir similitudes, formas y poderes místicos.

Esta zona fue también en el pasado lugar de refugio para militares del bando republicano durante la guerra civil española, quienes se aprovecharon de los recovecos y cuevas que forman las rocas para buscar refugio y escondite durante la contienda.

Una ruta obligada

La subida al Monte Pindo es una excursión muy recomendable, aunque con tramos de alguna dificultad. Por todo el lugar hay trazadas diferentes rutas que se adaptan al nivel y condición física de cada senderista y que están marcadas para poder disfrutar de unas características u otras del lugar según intereses: botánica, geología, etnografía…

Se parte de la iglesia parroquial de Pindo, en la que encontraremos un panel informativo. En la primera parte encontraremos la zona más difícil, con grandes rocas y mucho desnivel. Más adelante el camino es más cómodo. Éste está marcado por una señal compuesta de una banda amarilla y otra blanca.

El recorrido aproximado de ida y vuelta son de 4 horas y media. En la mitad de la subida veremos las ruinas del Castillo de San Xurxo, destruido en las revueltas irmandiñas. En la inmensa mole granítica que forma A Moa podemos contemplar restos de petroglifos probablemente dedicados a la realización de ritos sagrados. Al llegar a su cumbre tendremos unas vistas impresionantes de la ría y de la inmensidad del océano en días despejados.

A lo largo del recorrido por el Monte Pindo se puede contemplar una tímida vegetación en forma de arbustos conocidos como Caraballo enano, una especie que no suele superar el metro de altura pero que sí puede aumentar sus dimensiones a lo ancho. Este roble enano es una especie poco común pero que supo sobrevivir en la zona en compañía de otros ejemplares más comunes en Galicia como los propios robles, los laureles o los pinos.

La leyenda del Monte Pindo

Existen numerosas leyendas sobre este monte al que los historiadores románticos denominaron como el Olimpo Celta. Las formas de las diferentes rocas contribuyen a este imaginario en el que se atribuyen poderes sobrenaturales a alguna de ellas, como la figura del “guerrero”. La disposición en formato vertical de las piedras, según la leyenda, no es otra cosa que los espíritus de héroes y druidas celtas que quisieron permanecer en este lugar tomando forma pétrea. Es por eso que se reconoce la zona como el Olimpo Celta.

Otra de las leyendas del Monte Pindo habla de la propiedad mágica de sus aguas. Y es que el agua que se acumula tras días de lluvia en los recipientes naturales que quedan esculpidos en las rocas se dice que tiene propiedades mágicas. Incluso en el pasado se sitúa este lugar como un espacio de ritos de parejas que acudían en busca de soluciones a la infertilidad.

Otro de los lugares emblemáticos de este paraje es la Cova da Casa de Xoana, una pequeña cueva que la mitología del lugar relaciona con la actividad de las meigas gallegas que sobrevolaban el lugar. La cueva tendría además propiedades místicas a la hora de eliminar maldiciones gracias al poder curativo de los espíritus que habitan la zona.