En la parroquia de Brañas, dentro del municipio de Toques, dos regatos se encuentran para dar vida al río Furelos, un curso fluvial que fluye a más de 500 metros de altitud. En este lugar el descenso del agua era bien aprovechado por construcciones como molinos y los saltos de agua son frecuentes.
El espectáculo natural del Furelos
El recorrido serpenteante del Furelos alcanza un punto espectacular al encontrarse con un desnivel casi vertical de 40 metros: la impresionante Fervenza de Brañas. Este salto de agua brilla con especial intensidad durante las temporadas de lluvias, cuando su caudal aumenta y el espectáculo natural es aún más sobrecogedor.
A la sombra de la fervenza se alza el Muíño da Fervenza, un antiguo molino de piedra que, en su época de esplendor, era famoso por la finura de su molienda. Aunque actualmente está parcialmente restaurado, conserva el encanto de otros tiempos y nos traslada a una época en la que los vecinos y visitantes llegaban desde lugares lejanos para aprovechar sus servicios. Se dice que en momentos de lluvias torrenciales, el agua del río llegaba incluso a cubrir el tejado del molino, dejando claro el poderío del Furelos.
Este rincón no solo ofrece la oportunidad de disfrutar de la cascada y del molino; sus alrededores invitan al descanso y a la exploración. A poca distancia, el área recreativa del río en Melide es perfecta para un día en familia, y en Toques, la iglesia de San Antolín ofrece una alternativa de visita histórica.