El curso del río Batán por en concello de Ribadumia ha sido habilitado como una ruta que nos lleva a conocer los molinos de agua que se utilizaban durante el pasado siglo para moler el grano en la zona. Los molinos de Batán están en un gran estado de conservación y son un ejemplo más de la importancia de este elemento constructivo en Galicia en general y en el ayuntamiento de Ribadumia en particular.
Cuatro molinos
En total son cinco las construcciones diferentes que nos podemos encontrar en la parroquia de Santa Baia de Ribadumia a lo largo del pequeño paseo de los molinos de Batán. Cuatro de estas construcciones son molinos de agua y la quinta es un pequeño lavadero público que también aprovecha el agua del río.
Los molinos, muy bien conservados, aprovechan la caída del agua para obtener la fuerza necesaria para poder funcionar y están construidos de manera consecutiva y en desnivel para que todos puedan aprovecharse de la fuerza del agua en movimiento. En aproximadamente un espacio de unos trescientos metros se encuentran alienados con el rio los diferentes molinos en un paseo que ha sido acondicionado con mobiliario urbano, barreras protectoras e iluminación para hacer del paseo algo más accesible, sencillo y vistoso.
Recuperados
Cada molino se encuentra perfectamente señalizado y bautizado con el nombre por el que se conocía décadas atrás. Así podemos encontrarnos con los muíños de Arriba, los muíños de Bemposta o los muíños de Abaixo en una clara referencia a la disposición descendente de las construcciones de Batán. Estas construcciones dejaron definitivamente de dar servicio en la década de los 70, pero han sido recuperadas y rehabilitadas para el disfrute de vecinos y senderistas no solo como atracción turística sino también, si fuese necesario, para que puedan seguir dando un servicio de molienda útil. Lo mismo ocurre con el lavadero, hoy más en desuso por la presencia de lavadora en todas las casas, pero que no hace tantos años era punto de encuentro y vida social de lugareños de la zona.
El pequeño paseo junto al río Batán forma parte de una ruta más amplia que se conoce como la Ruta da Pedra e da Auga que incluye los molinos de Barrantes o los de Serén y que pasa por ayuntamientos como Ribadumia, Meaño o Meis. Esta ruta tiene su meta en el Monasterio de la Armenteira.