Palacio de Capitanía Marítima de Ferrol

El Palacio de la Capitanía Marítima de Ferrol lleva coronando el corazón del barrio de A Magdalena desde hace más de dos siglos. Se trata de una de las edificaciones con mayor importancia histórica y de riqueza turística junto con el Parador de Turismo y los jardines de Herrera.

Data del año 1765, en el cual se diseñó el palacio de residencia y las oficinas del Almirante. Posteriormente, en el año 1859, se le sumó la oficina para el Estado Mayor, para finalizar en el siglo XX con la añadidura de diferentes porches y galerías. En 1858 fue ocupado por la reina Isabel II y su familia, en una visita realizada por la familia real a la ciudad de Ferrol. También ha servido de estancia a más de un centenar de generales desde el siglo XVIII al XXI.

El conjunto del palacio destaca por su sobriedad exterior, un claro contraste con lo suntuoso y ornamentado de los espacios interiores, que todavía guardan a la perfección la estética de la época, incluyendo incluso cuadros y obras de arte de infinito valor artístico, cedidas por el Museo del Prado a Ferrol para su exposición en estas salas.

Actualmente, sus salas están abiertas al público para que puedan ser recorridas por todos los turistas interesados en la historia de este rincón de Galicia. Algunos de los puntos del interior más destacado son el Salón del trono y la Sala azul, donde se guardan los retratos de grandes representaciones marineras, tales como Churraca o el héroe de la batalla de Trafalgar. Del mismo modo, Junto con el Comedor de Gala, también son de gran interés las emblemáticas escaleras de madera, los amplios salones reservados a numerosos eventos o la amplia colección de relojes de época que se encuentra diseminada en la edificación, con piezas únicas como el reloj británico del siglo XVIII que adorna el despacho principal del Almirante.

Los espacios interiores esconden verdaderas reliquias y unos materiales distinguidos que ayudan a completar esta estampa de finura aristocrática. Grandes salones alfombrados, tapices delicados o u mobiliario antiquísimo son solo algunos de los detalles que conforman esta edificación emblemática en la ciudad de Ferrol.

El Palacio de la Capitanía de Ferrol cuenta también con una ubicación privilegiada, situado en una zona elevada que resultaba sumamente beneficiosa a nivel estratégico.

Actualmente, existe la posibilidad de disfrutar de diversas rutas turísticas, que suelen comenzar en los jardines de Herrera, un refugio de naturaleza idílico donde se encuentra una gran variedad de flora. Entre esta podemos destacar diferentes magnolias centenarias traídas de Filipinas en el año 1885. En medio de esta formidable estampa, se encuentra la estatua de Jorge Juan.