IglesiasEn el municipio ourensano de Carballiño, se encuentra la Iglesia de San Fiz de Barón, un templo que combina la sobriedad del románico medieval con la riqueza ornamental del barroco.
Harmonía entre dos estilos
Construida entre los siglos XII y XIII, esta iglesia ha experimentado importantes transformaciones a lo largo de los siglos, conservando, no obstante, detalles que evocan su pasado original.
La estructura inicial de San Fiz se basaba en un diseño sencillo pero funcional: una nave rectangular y una cabecera más estrecha, ambas cubiertas por techos a dos aguas. Aunque la mayor parte del edificio actual muestra cambios barrocos, todavía es posible admirar elementos románicos en la fachada occidental y los muros laterales de la nave.
La portada principal, enmarcada por contrafuertes prismáticos, destaca por su elegante arquivolta semicircular decorada con detalles geométricos y vegetales, típicos del arte medieval gallego. Coronando la fachada, una espadaña barroca añade un toque monumental, mientras que el Agnus Dei que la remata nos recuerda su significado espiritual.
El interior del templo ha perdido gran parte de su esencia románica debido a las reformas realizadas en el siglo XVIII. Sin embargo, conserva una pila bautismal de granito decorada con gallones, un testimonio del arte litúrgico medieval.
Desde el exterior, la mezcla de estilos arquitectónicos refleja la rica historia del lugar y su adaptación a los cambios de época. Ya sea por sus detalles históricos o su tranquila ubicación rural, la Iglesia de San Fiz de Barón es una visita obligada para quienes deseen explorar el legado cultural de San Amaro.
