En el tranquilo San Martiño de Galegos, en el municipio de Frades, se encuentra el imponente Pazo de Galegos. Aunque actualmente pertenece a una orden religiosa y no es posible visitarlo, su exterior invita a admirar su rica arquitectura. Las monjas Doroteas son quienes ocupan el pazo actualmente.
Estilo renacentista original
Situado cerca de la carretera que conecta Ordes con Ponte Carreira, este majestuoso edificio del siglo XVII combina elementos renacentistas con detalles añadidos en el siglo XVIII, formando un conjunto de gran interés histórico.
El pazo presenta una planta rectangular alargada y una pequeña capilla restaurada, aunque esta última no sigue del todo el estilo clásico del edificio puesto que es un añadido de 1950. Sus paredes blancas, intercaladas con piedra vista, dotan al conjunto de un aire característico, similar al de las capillas marineras gallegas. En la fachada principal, la piedra parece emerger entre el revoco blanco, creando un efecto único y lleno de encanto.
El acceso al pazo se realiza a través de un portalón decorado con escudos heráldicos que exhiben los linajes de los Montenegro, Andrade y Bermúdez, entre otros. Destaca una inscripción en el dintel, que recuerda un episodio notable: en 1690, la princesa Mariana de Neoburgo y su hermano pernoctaron aquí en su camino de A Coruña a Santiago de Compostela, antes de proseguir hacia Madrid, donde ella se casaría con el rey Carlos II. En agradecimiento, el monarca otorgó al propietario, D. Antonio Mosquera Pimentel, el privilegio de "derecho de cadena", símbolo de distinción que aún evoca la importancia del lugar.