En el límite entre las parroquias de Sárdoma y de Castrelos, en Vigo, se encuentra una estación de arte rupestre como es el petroglifo de A Laxe.
Cruces y alabardas
Este petroglifo lo encontramos en una roca de gran tamaño, con una superficie de unos 15 metros de largo por 12 de ancho. El nombre de A Laxe le viene precisamente por el tamaño de la roca, pues laxe es la manera en Galicia de designar a las grandes formaciones rocosas.
El motivo que más se repite en este Petroglifo de A Laxe es la forma de cruz. Resulta complicado datarlas, pero muchos historiadores acuden a la Edad Media para dar una explicación a estas formas, si bien algunas podrían ser algo más modernas. El elemento cruciforme está claramente relacionado con la religión y en el pasado era habitual sacralizar con cruces algunos lugares conocidos por tener lugar en ellos algún tipo de rito de naturaleza pagana.
En el Petroglifo de A Laxe vemos otras formas como las clásicas coviñas o figuras circulares, pero son especialmente dignas de mención dos formas en la roca que recuerdan a dos alabardas. Estas figuras son relevantes debido a que no se conservan otros grabados en Vigo que tengan motivos de arma.