Los petroglifos de Outeiro do Cribo son unos grabados rupestres que podemos encontrar en la localidad de Meis, concretamente en la zona de Monte Castrove.
Descubierto en 1978
Aunque el estado de conservación de los petroglifos de Cribo no es el mejor fruto de la propia erosión en la roca y de la vegetación, todavía se diferencia sobre todo un gran grabado con forma de laberinto y un grupo de cuadrúpedos como formas más representativas de arte rupestre en esta zona. El laberinto llega a alcanzar los 60 centímetros de diámetro y es similar al de otros lugares de la provincia como los de Mogor (Marín).
¿Cómo llegar?
Este petroglifo ubicado en la parroquia de Santa María de Armenteira fue descubierto en el año 1978 y se puede datar en la Edad del Hierro. Esta representación de arte rupestre no es la única muestra prehistórica del entorno, pues a menos de medio kilómetro de los petroglifos de Outeiro do Cribo se encuentra el conocido dolmen de la Casiña do Mouro o la necrópolis de la Fuente del Lagarto.
La mejor manera de llegar hasta estos grabados rupestres es tomar una desviación en la carretera CF-102 y caminar por la pista forestal unos 300-400 metros hasta llegar a los petroglifos.