El símbolo absoluto del municipio turístico por antonomasia en las Rías Baixas es la playa de Silgar. La playa de Silgar es la playa urbana de Sanxenxo, la que recorre el núcleo urbano de la villa desde la punta del Vicaño hasta la entrada al puerto deportivo.
La playa al servicio del turismo
Cuando uno piensa en los requisitos que debe cumplir una playa turística se le vienen a la cabeza todas las características que reúne la playa de Silgar: Un buen tamaño tanto a lo ancho como a lo largo (750 metros por 80 de ancho medio), aguas tranquilas para el baño, arena fina, servicios y un paseo marítimo generoso y cómodo.
Todas estas características las reúne este arenal en el que en verano se concentran miles de personas que solo tienen que dar un breve paseo desde sus viviendas vacacionales o sus hoteles para llegar al verdadero centro de la ciudad; la paya de Silgar. La playa es muy accesible y cómoda al tratarse de un arenal urbano y goza de servicios como chiringuitos, alquiler de tumbonas y sombrillas, servicios, puestos de vigilancia y socorrismo o duchas. A mayores, simplemente hay que cruzar la carretera al otro lado del paseo marítimo para encontrarse con restaurantes, heladerías, hoteles y tiendas de todo tipo. Con todos estos servicios, sumados a la calidad de sus arenas, sus aguas y el mantenimiento que se le da al lugar, no es de extrañar que este arenal obtenga cada año la bandera azul.
La playa de Silgar se encuentra en medio de la ría de Pontevedra y enfrentada con las playas de Marín al otro lado de la misma. Es una playa que no cuenta con mucho oleaje y que es muy segura para el baño. En uno de sus extremos se alquilan también motos de agua para aquellos que quieran practicar deportes náuticos.
Al tratarse de un entorno urbano, existen numerosas opciones de aparcamiento próximas al arenal, la de mayor tamaño la del aparcamiento privado de Nauta que se encuentra situado en el puerto deportivo.
La madama de Silgar
Otro de los símbolos de esta playa es la figura que se encuentra situada en una roca en al mar, en el extremo izquierdo del arenal su estamos viendo hacia el mar. Se trata de la estatua conocida como la Madama, uno de los grandes emblemas del municipio que ha ido creciendo turísticamente desde los años 80.
El escultor local Alfonso Vilar fue el responsable de diseñar esta estatua, que se inauguró en 30 de abril de 1995 y se colocó encima de una roca en medio del mar que se conoce como O Corbeiro. Una placa en pleno paseo marítimo a la altura de la estatua así lo reconoce.
La estatua está hecha en bronce, mide siete metros y costó en la época una cifra próxima a los 8 millones de pesetas (48.000 euros). El objetivo era dotar de una identidad e imagen propia al municipio y para ello se diseñó esta estatua después de desechar otras ideas y sirviendo como inspiración otra figura emblemática como es la sirena de Copenhague.